Por: Pedro Lastra - Ahora resulta que los periodistas de TELESUR, una bazofia al servicio del expansionismo castro-chavista en Hispanoamérica financiada con los dineros de todos los venezolanos, han sido heridos en su integridad profesional porque la operación Jaque, que liberó de las garras de la tortura y la muerte a 12 ciudadanos colombianos, entre los cuales Ingrid Betancourt, y a tres ciudadanos estadounidenses, hizo pasar a un par de sus señuelos de periodistas de esa planta televisiva venezolana. A esa insólita y asombrosa conclusión arribó el nuevo presidente del Colegio Nacional de Periodistas, William Echeverría. Es ésta la expresión de la renovación del gremio, al que tantos artistas opositores y marginados por el régimen contribuyeran gratuitamente? La circunstancia para esta insólita y bizarra declaración – digna de doña Lola y don Enrique, los ladillosos e imaginarios ninis del Sr. Echeverría – no podía ser menos propicia. El embajador Roy Chaderton se acababa de lanzar en picada contra Globovisión, el medio en el que también trabaja el Sr. Echeverría. Denunciando de paso “la dictadura mediática” y el “fascismo de closet” de El País de España y el Grupo Prisa. Sin que nadie del CNP haya salido a reclamar por tal despropósito. Olvida William Echeverría la presencia de TELESUR en el rescate de Clara Rojas y la notoria ausencia de TODOS los otros medios de Venezuela y Colombia en tal suceso noticioso. Olvida la presencia de TELESUR en los campamentos de las FARC. E incluso la labor prestada por sus técnicos y periodistas en territorio barinés a Timochenko, el miembro del secretariado de las narcoguerrillas cuando la declaración de las FARC sobre la muerte de Marulanda. En pocas palabras: olvida mencionar la profunda vinculación de TELESUR con las narcoguerrillas de las FARC. Obviamente: la G de Globovisión no podía servir al efecto de desarmar a los asesinos y secuestradores a cargo de la retensión criminal de Ingrid Betancourt y los demás rehenes de las FARC. Ni siquiera la V de Venevisión, por más esfuerzos que haga Gustavo Cisneros por complacer al teniente coronel. Son hechos de relevancia política, frente a los cuales callar supone simple estulticia. Es absolutamente irrelevante que se usara el distintivo de TELESUR para entrar en confianza con las narcoguerrillas. Lo relevante, mi querido Quijote mañanero, es que TELESUR sea la expresión de esas y otras formas de extremismo político en América Latina y sirva objetivamente al expansionismo chavista y al desquiciamiento de la información veraz y oportuna que todos los demócratas deseamos. Lo relevante es la gigantesca cantidad de dinero que se mueve para mantener esa señal en todos los países de Hispanoamérica. Y que tal canal se encuentre bajo la dirección de un fascista cotidiano como el Sr. William Izarra.
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