lunes, 4 de agosto de 2008

El maltrato


Por: Roger Santodomingo - En una primera etapa de este gobierno, cuando había una pareja presidencial, Maria Isabel Rodríguez, entonces de Chávez, dijo en una entrevista que “había maltratos que dolían más que los golpes físicos”. Respondía así la ex primera dama a los rumores que sobre la vida íntima de la pareja presidencial cercaban a La Casona. Lo cierto es que la vida política venezolana, como la familiar, se ha sobrecargado de maltratos físicos y no físicos, todos dolorosos. De la historia personal del Presidente se sabe que es una llena de contradicciones y que él mismo fue un niño maltratado, disciplinado a cuerazos y que los problemas con sus hermanos muchas veces se resolvían a puños. Incluso hay quien excusa en esa biografía el que el mandatario se haya vuelto un maltratador oficial. A fin de cuentas, después de ofrecer y repartir “carajazos”, puede volver a llamarte hermano, claro, siempre que se ve en la situación de que el golpe se le devuelve más duro o la reacción lo coloca en desventaja. Si no que lo diga el Rey de España. Por ello muchos han optado por la insensibilidad, por aceptar como normal este clima de ofensas propiciado desde lo alto del Poder Ejecutivo y que desciende por toda la cadena de mando política, la cual está, en sí misma, formada por una ristra de maltratados- maltratadores. Los maltratos por televisión, en vivo y directo, van contra opositores, colaboradores, simpatizantes, mandatarios de otros países, amigos y ex amigos y, ahora, hasta contra trabajadores. Específicamente, el episodio del domingo pasado, en el que en un Aló Presidente, azotó moralmente a un camarógrafo por cobrar horas extras los domingos es una muestra más de la desproporción con la que actúa Hugo Chávez frente a los que ve en una posición más débil que la suya, rasgo inequívoco de las personalidades autoritarias. Además, la confusión ideológica del Presidente que ve en el salario una desviación del capitalismo, lo lleva a la contradicción de justificar al ladrón “que roba para llevar comida a sus hijos” y a condenar a un empleado que cobra por su trabajo. Nada ha dicho, sin embargo, sobre el enriquecimiento de su familia y cercanos colaboradores, mucho menos sobre el intento de amedrentar a los periodistas que informan de ello. Porque, en el caso del técnico de VTV, al igual que en otros episodios en los que periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos, han sido víctimas de ataques físicos, verbales y psicológicos, los maltratadores oficiales, en este caso el Presidente, no dan oportunidad a los agredidos de defenderse en igualdad de condiciones. El maltratador, por naturaleza, es un cobarde que actúa desde una posición de superioridad física, nunca moral. Los que estamos ahora al frente del Colegio Nacional de Periodistas fuimos electos bajo el compromiso de no permitir que nunca más un trabajador de los medios, objeto de maltrato por el ejercicio de su oficio, se sienta solo frente al poder. Por ello necesitamos crear mecanismos rápidos de respuesta ante este tipo de episodios y concertar una línea de acción coherente y unitaria. El próximo viernes 9 y sábado 10 de agosto celebraremos en Caracas la XVI Convención Nacional de Periodistas y este es uno de los puntos fundamentales de la agenda: alinear a las directivas de las 26 seccionales del CNP con una estrategia común en defensa de los periodistas y del periodismo que queremos. El plan es ganar más con letras que a puños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su Comentario