martes, 5 de agosto de 2008

Decretazo de Chávez. Los negocios sucios


EL NACIONAL - No le basta al Presidente de la República con manejar los asuntos del paísen el seno de su familia, sino que ahora las más graves cuestiones de lanación las teje en la oscuridad, dando la espalda a la opinión pública, sintomar en cuenta que su gobierno no cuenta con el respaldo de la mayoría delos electores, como quedó demostrado el pasado 2 de diciembre. Y ahoramenos, cuando la Alianza Patriótica es un saco de gatos, donde todos sequieren sacar los ojos, en una lucha desbocada por entrarle a las gananciaspetroleras.¿Con qué moral el mandatario nacional pretende justificar esta jugarreta queha hecho ahora, con el ya tristemente célebre "Decretazo", cuando no sólo haperdido apoyo electoral en todos los estados y municipios del país, sino quecontinuará en caída libre de aquí hasta noviembre? Con ello, el Presidentetrata de proteger no sólo sus propios intereses sino los de los gruposbolivarianos de la corrupción, que han prosperado como la verdolaga.A los venezolanos nos da pena y grima ver como se enriquecen "a millones porminuto" una serie de escaladores políticos que hasta ayer nomás mendigabanuna beca. Hoy esos potentados no hayan en qué gastar su dinero, porque nison inversionistas, ni quieren levantar industrias, ni construyen casas o edificios, ni mucho menos se van al campo a sembrar riqueza agrícola opecuaria. Son simples agentes que trafican con cualquier cosa del Estado quele produzca riqueza.Es a esos bolicorruptos a quienes el Presidente parece proteger cuando lesentrega privilegios legales que eliminan la competencia, sacan del juego aquienes trabajan honestamente y privilegian a los bandidos. La concentraciónen manos del Estado de sectores básicos para la construcción como elsiderúrgico y las empresas cementeras, así como los servicios de luz, gas yteléfono, dejan a quienes invierten y construyen en el país en manos derapaces monopolios configurados, no por amigos del Gobierno (que sería hastalógico pero inaceptable) sino de roscas políticas corruptas vinculadas aMiraflores.¿Cómo puede un país desarrollarse en grande, cuando para invertir yconstruir, financiar proyectos o impulsar iniciativas comerciales que nosean previamente calificadas de socialistas, los venezolanos deben pagarpeaje y bajarse de la mula en innumerables alcabalas bolivarianas, que vandesde altos funcionarios a pequeños y rapaces fiscales del impuesto? ¿Dóndeestá el cambio de valores, dónde está el hombre nuevo y dónde quedaron losideales redentores de los bolivarianos? Lo insólito es que el Presidente,elevado al poder por una alianza de civiles y militares, hoy no sóloarremete contra los civiles, sino que la ha agarrado cada día más con losmilitares: los humilla en público, les nombra el peor de la promoción comoministro, condena a muchos oficiales a ver televisión en sus casas porque noson socialistas, y a otros los mete en prisión. Por si fuera poco, los ponea gritar Patria, Socialismo o Muerte. Mal signo.

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