martes, 8 de abril de 2008

El futuro robado


Por: Pedro Mejías - Hoy se cumplen exactamente 73 años de la promulgación de un decreto en la URSS de Stalin por medio del cual "los niños de doce años quedaban sometidos a todas las medidas penales, incluida la pena de muerte". Una triste fecha cuyas repercusiones dentro de la Unión Soviética significó la consolidación de una política de terrorismo de estado absoluto que comportó la muerte de millones de seres humanos. Las repercusiones de esta política de exterminio de masas traspasarían los años y las fronteras llegando hasta la península ibérica como nos recuenta César Vidal "Habían pasado ya varios meses desde el estallido de la guerra civil española cuando, temiendo las víctimas civiles que podían ocasionar los bombardeos del arma aérea de Franco, se planteó la posibilidad de evacuar a un determinado número de niños a distintos países extranjeros. " pero en su desesperación muchos españoles enviaron a unos cinco mil niños a la Unión Soviética con lo que en las décadas subsiguientes se cubrió con un velo de mudez el destino final de muchos de estos infantes: "El futuro que esperaba a los niños españoles en sus distintos destinos se reveló horrible. Enfrentados al hambre y los malos tratos, no pocos se vieron obligados a someterse o a delinquir. En Tashkent constituyeron bandas dedicadas a perpetrar hurtos. En Samarkanda y Tiflis, las niñas prostitutas españolas --de las que no pocas quedaron embarazadas- - llegaron a hacerse célebres entre los jerarcas del partido. Ni siquiera los hijos de los héroes se vieron libres de aquella negra situación. Un hijo del coronel Carrasco, que había servido en el Ejército republicano y ahora enseñaba en la escuela militar Frunze, de Moscú, fue detenido mientras robaba en una panadería en Kakan. Murió en prisión de tuberculosis. " (La Vanguardia. Revista Dominical 14 de Junio de 1998). El citado decreto se publicó en la primera página del Pravda el 7 de abril de 1935 y generó el rechazo de la opinión pública internacional. Resulta por tanto hipócrita el silencio que guardaron figuras de la opinión pública ante tamañas masacres, como un mudo Sartre ante las evidencias de los Gulags o más execrable aún el partido comunista francés cuando justificando lo injustificable adujo que "en el socialismo los niños se hacían adultos más aprisa". Los archivos soviéticos examinados por historiadores parecen indicar que los objetivos subyacentes de este decreto eran por una parte establecer un mecanismos de eliminación para la gran cantidad de huérfanos e indigentes surgidos como consecuencia de las políticas de estado y en segundo presionar a la oposición por medio de la amenaza directa a sus vástagos como en efecto ocurrió con los opositores Kaménev y Zinóviev. Además de rendir póstuma memoria a estos niños, es menester ver las consecuencias que ha tenido para los pueblos las alianzas de gobiernos autocráticos y tiránicos sin importar su supuesta corriente política, dictadura es represión, vejación, humillación y muerte sin importar su supuestas motivaciones y las alianzas entre estos engendros del mal significan la potenciación de esa muerte y atraso para las naciones. No hay totalitarismo bueno, no hay dictadura que no implique el atropello de los derechos del hombre y el menoscabo de la dignidad humana. Y precisamente hoy, a siete décadas de estos acontecimientos, a una distancia temporal tal que nos debería haber servido para haber aprendido y superado viejas concepciones del mundo, que debimos haber aprovechado para aprender de otros y mostrar que no estamos necesaria e inexorablemente condenados a repetir los mismos errores que habría de llevarnos a una extinción, nos encontramos en Venezuela centrados en estériles debates en los que se sigue defendiendo lo que no debería admitir. La obscura historia de la barbarie de las más terribles dictaduras de Europa asoló la humanidad a límites difíciles de concebir haciendo volver a las sociedades a prácticas primitivas tiempo ha erradicadas, se vio potenciada por la colaboración entre varios de estos regímenes nefastos. La vida social lamentablemente no nos es un lecho en cual esperar con molicie la hora postrera sino una interminable lucha para mantener la dignidad humana a flote por encima y a pesar de nuestras aberraciones y limitaciones como gentes, y este es un trabajo que no cesa y que devora esfuerzos y generaciones que deben permanecer alertas porque cuando tales aberraciones se encarnan en regímenes autocráticos para los cuales toda disidencia o simple duda es inmediatamente encasillada dentro del amplio término de "enemigo de la patria" todo mecanismo de represión y barbarie se transforma en moneda común. Shakespeare nos recuerda que "Nada parece inmoral a los que triunfan" (Enrique IV parte 1 Acto 5 Escena 1). Por lo tanto nos es necesario definir y defender mecanismos eficaces para evitar que quienes ejercen el poder abusen de él para su beneficio o para la imposición de sus ideas, porque no hay idea alguna que valga una sola vida humana, por lo que ante la historia deben ser claramente juzgados y justamente colocados en el sombrío sótano de las aberraciones inhumanas quienes han enunciado cosas de este tenor: "¿cómo se puede hacer una revolución sin ejecuciones? : Pensar de otro modo sería "una debilidad intolerable" o una "ilusión pacifista", Es la pena capital lo que define a una revolución "de verdad" (V.I. Lenin citado por Orlando Figes en A people`s Tragedy: The Russian Revolution 1891-1924) y se obtuvieron las ejecuciones; se ha sugerido que durante el período 1914-1924 muriera en Rusia más gente a manos de la policía política que en todos los frentes de la guerra civil. Como siempre, la historia nos muestra las ventanas desde donde ver el transcurso de las ideas y sus consecuencias, estamos llamados a aprender para evitar que un destino similar en nuestra nación nos robe el futuro. En una nota subsiguiente me permitiré compartir comentarios adicionales sobre este tema a partir de un libro del que estoy por terminar su lectura.

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