miércoles, 14 de octubre de 2009

Los custodios de la revolución


Bastaron seis días para que la Asamblea Nacional iniciara y diera el finiquito a las dos discusiones reglamentarias para aprobar una Reforma parcial de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la tercera en lo que va del Gobierno de Hugo Chávez. Los meteóricos "debates" sólo cubrieron la apariencia legal, pero no cumplieron con la esencia de la Constitución para la aprobación de leyes, tal como lo es la consulta abierta y pública con la población venezolana. Ni siquiera la Fuerza Armada Nacional conocía en su totalidad el texto de la reforma propuesta. Sin embargo, ahora sólo falta el Ejecútese presidencial para que la Ley reformada entre en vigor.Para comenzar cabe acotar que según los analistas, la premura que tuvo la Asamblea Nacional para aprobar esta última reforma en materia de defensa militar se habría debido, entre otras causas, a satisfacer los requerimientos de custodia del proceso revolucionario durante los próximos comicios legislativos de 2010.Según afirma la representante de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, el Gobierno tenía urgencia en "tomar las previsiones presupuestarias" para el adecuado funcionamiento de los "cuerpos combatientes", que se crean en la Reforma de Ley, durante el próximo año electoral, a fin de garantizar que les llegara a éstos directa y rápidamente un ingente flujo de recursos. Pero, los cambios que introduce esta reforma de Ley en materia de defensa militar trascienden lo electoral, para introducir cambios sustanciales en esa área en prejuicio de todos los venezolanos.El caso es que con esta reforma se incorpora un quinto componente militar: la Milicia Territorial Bolivariana. La Ley otorga a esta nueva Milicia, violando la Constitución, el mismo estatus legal que a los cuatro componentes militares que hasta hoy existen: La Aviación, el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional. Además se crean los nuevos "cuerpos combatientes" civiles, "para ejecutar las operaciones de defensa integral" que dependerán de la Milicia Bolivariana en cuanto registro, organización y adiestramiento se refiere. Y por si eso fuera poco, la reforma establece que sobre este quinto componente sólo tendrá potestad el Primer Mandatario Nacional. Con esto se "raspan" de una sola vez la autoridad que sobre este componente militar debe tener el Ministro de la Defensa.Lo cierto es que en la vida real esta Milicia no será otra cosa que un órgano paramilitar al que por ley se le otorgará el derecho de participar en el monopolio de las armas, el cual hasta ahora estaba estrictamente circunscrito a la FAN y sus cuatro componentes. Con esta reforma de la reforma de Ley de la FANB, Chávez alcanza una de sus metas primigenias: tener "su" propio pueblo en armas.Otra característica de estos nuevos cuerpos de combate es que estarán integrados por los ciudadanos que laboran en instituciones públicas y privadas, para coadyuvar a las FANB "en la defensa integral de la nación". Para los expertos en materia militar, como el general retirado Gonzalo García Ordóñez, con esta nueva milicia además se busca militarizar la administración pública. Con ella se aplicaría una suerte de Lista de Tascón al revés, ya que se pudiera llegar al extremo de establecer como requisito sine qua non ser miliciano para acceder a puestos de trabajo en la administración pública y en todas las empresas e instituciones del Estado.Con esta reforma el Gobierno de Chávez cierra el círculo militar donde convivirán una Fuerza Armada Profesional, que ha sido seducida por el "Patria Socialismo o Muerte" encargada de los asuntos estratégicos de la defensa territorial de la nación y una Milicia pretoriana conducida por Chávez para defender su revolución del enemigo interno: Los ciudadanos que no comulgan con el proceso y quienes defienden derechos de libertad y democracia, es decir más de la mitad de la población de Venezuela. . Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.

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