jueves, 9 de julio de 2009

Cuando se pierde la dignidad


Por: Oswaldo Sujú Raffo - Es un axioma ineludible, cuando se pierde la dignidad se pierde todo . Desde remotas épocas, la defensa de la dignidad o del honor precipitaba el duelo personal, con las armas, padrinos y testigos, pero también provocaba grandes batallas para resarcir la humillación, como lo fué la Guerra de Troya, salvar el honor del feo Menelao, por los “cachos” de la hetaira Helena , redondeando el caso. Venezuela tiene una bella Historia, ejemplar y de eterna recordación . Un día como hoy, 5 de Julio, hace 198 años la sociedad venezolana firmó el Acta de su Independencia, para ser libre del dominio político, económico y militar del Imperio Español. Durante un larga y sangrienta lucha de doce años, si incluímos la toma de Puerto Cabello en 1823 por el intrépido Páez, los venezolanos alcanzamos nuestra independencia y logramos nuestra soberanía, a costa de casi medio millón de vidas y la destrucción de la infraestructura económica existente. Fué la Batalla de Carabobo el epílogo de esta gesta heroica, donde venezolanos, neogranadinos, irlandeses y algunos suramericanos rindieron sus vidas, para sellar nuestra soberanía, por cierto no hubo ningún cubano que yo sepa. En ese campo glorioso se levantó un monumento en 1921 y luego todo las demás edificaciones, en donde se celebra esa efeméride como un justo reconocimiento a los héroes que allí entregaron sus vidas para hacernos libres. En el año 1961, a los 140 años de la gloriosa Batalla , desfilé siendo cadete de la Escuela Militar en un gran homenaje militar en ese Campo, con la participación de cadetes de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Panamá, México, Argentina y una representación militar británica. Ya para esa fecha el régimen castro comunista cubano, nos estaba echando “vainas”. Un año después, en ese mismo campo, enterramos a los soldados caídos en “El Porteñazo”, obra de la ideología marxistoide importada desde La Habana. Han pasado varias décadas, pero el hecho de que las relaciones multilaterales en un mundo globalizado, sea un propósito de integración social, económica y política, no quiere decir que deba humillarse la dignidad de los venezolanos y el honor del Ejército que luchó por la libertad, pues que otro calificativo puede tener, lo que pasó el pasado 24 de Junio en Carabobo, cuando el tcnel. dictador hizo desfilar milicianos cubanos, con fusil y cargador curvo ( lo que no se le permitió a los soldados venezolanos) , en un grotesco desfile en honor al ALBA que al Día del Ejército. Que vergüenza y arrechera para quienes tenemos muy claro el concepto de dignidad y honor!! No hubo ningún “jefe” militar que se pronunciara contra esa cruel humillación de nuestro gentilicio. Pareciera que se preocupan mas por las alabanzas y grotescas “jaladas”, al solicitar el permiso para iniciar las pintorescas ceremonias militares de hoy. Todo es burdo y burrero, sin gusto, ordinario cuanto más, hasta los empalagosos textos haciendo loas y slogans cubanoides, sin dejar de mencionar esa ridícula manía de pintar de negro brillante la cara del soldado. La sobriedad, exactitud, disciplina, destreza y marcialidad se perdió en medio de pancartas y afiches gigantes, para exhaltar el ego y los delirios de grandeza, mientras los hermanos Fidel y Raúl se burlan de lo pendejos que somos… No es para menos, sin muchos esfuerzos y hasta recibiendo inmensos recursos, están ocupando un rico país con la complacencia, alcahuetería y lacitud de quienes por principio y ley, deben impedirlo. Entonces ¿quienes son los cobardes, quienes son los traidores y quienes son los apátridas? La Historia y el propio pueblo no perdonará tanta traición. Y que oportuno ejemplo de dignidad y respeto a la Constitución y leyes de su país, acaban de dar los hondureños. Más aún sus Fuerzas Armadas, acatando lo dispuesto por el Poder Civil en defensa de lo estipulado en su Carta Magna. A todos los opinadores de oficios, chavistas, confundidos y fanáticos, civiles y militares de nuevo cuño, los invito a leer la Constitución de Honduras, en sus artículos 4, 239, 272, 278, 323 y 374 para que puedan entender que pasó en ese pequeño país, ¡pero grande en su dignidad nacional! A quienes todavía dudan, les exhorto a leer el Preámbulo de nuestra actual Constitución, para que vean lo metiche y volatinero de quien preside esta Venezuela tuya, mía y nuestra. La Patria es primero. Fuera los invasores y chulos. Hasta luego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su Comentario