martes, 14 de julio de 2009

Amnesia Histórica Oposicionista


Por: Roberto Olivares - robertocarlo14@hotmail.com - "Los pueblos son grandes, no por el tamaño de su territorio, ni por el número de sus habitantes. Ellos son grandes, cuando sus hombres tienen conciencia cívica y fuerza moral suficiente, que los haga dignos de civilización y cultura" - Víctor Hugo - Resulta más que inverosímil la cantidad de venezolanos que después de todo lo que hemos “mal vivido” con el usurpador de Miraflores a lo largo y ancho de la última década, todavía tengan la cachaza de culpar a Caldera, o a los militares, de la situación actual del país. Pareciera que fue ayer cuando los venezolanos energumenizados tocaban cacerolas y marchaban espontáneamente, clamando por la liberación de los golpistas y de su cabecilla mayor; el Robin Hood barinés. Lo que hizo Caldera fue sencillamente complacer a la mayoría de los venezolanos indultando a los golpistas asesinos. Una medida populista, que hoy en día obviamente no comparto, pero que clamaba el soberano en los cuatro puntos cardinales de la nación. Sino lo hubiese hecho, a Chávez lo hubieran sacado a la fuerza de la cárcel, y el derramamiento de sangre hubiese sido mayor en comparación con el golpe de estado. De la misma manera en que hoy en día todo el mundo se lamenta por la actuación pusilánime de las Fuerzas Armadas al permitirle a Chávez retomar el poder aquel fatídico 13 de abril, la mayoría de los venezolanos nos la pasamos rutinariamente escupiendo para arriba, y culpando a los demás de nuestras calamidades presentes. ¿Por qué nadie salió a defender la democracia y el estado de derecho el mismísimo 13 de abril apenas observamos a Chávez aterrizando en Miraflores de la mano del execrado general Baduel? ¿Por qué nadie salió a protestar cuando de manera ilegal y arbitraria Chávez convocó a una Constituyente para modificar la constitución del año 61? ¿Dónde estábamos los venezolanos cuando le cambiaron el nombre a nuestro país? ¿Qué hicimos cuando vimos un video en el que Chávez salía abrazado en Cuba con Fidel Castro prometiendo llevar a Venezuela por el mismo mar de la felicidad cubana? Nada, absolutamente nada. Ahora resulta, pasa y acontece, que toda la culpa la tuvo Caldera, o sino, todos los presidentes de la cuarta república. Obviamente el ahijado de Fidel fue producto del descontento que sentía la población ya que Acción Democrática y COPEI estaban desgastados, y se veían imposibilitados de mejorar la condición de vida del venezolano común, en algunos casos por acción propia, y en otros casos por omisión e intransigencia. Pero de allí, a llegar a los extremos de culpar a los ex presidentes y partidos políticos por todas nuestras calamidades actuales, no sólo me parece una indecencia, sino más bien un grave error histórico de apreciación ética y moral. Les recuerdo que los partidos políticos así cómo las Fuerzas Armadas y las demás instituciones del estado, son reflejo fiel de la sociedad, y por ende de sus ciudadanos. El que hoy en día nuestro país se haya ido literalmente al “carajo”, no es únicamente culpa de Chávez, sino también de nosotros, que se lo hemos permitido. Para remover un poco más en los cimientos de nuestra amnesia histórica oposicionista, igualmente les recuerdo que fuimos nosotros los que nos debatíamos en las elecciones presidenciales del año 98, entre una miss universo, un militar golpista, y un político camaleónico fiel representante de la cuarta republica y de la Venezuela de entonces. Así de decadente era nuestra sociedad. El sólo hecho de pensar hoy en día en que el quinto exportador de petróleo a nivel mundial, y el país geopolíticamente mejor posicionado de toda la America del sur, cabildeaba entre Irene Sáez y Hugo Chávez cómo posible próximo presidente de la república, causa verdadera repugnancia histórica; y además nos espeta a gritos lo culpable que somos los venezolanos de la situación actual que atraviesa nuestra sangrante patria. Créanme que con lo poco que hemos aprendido los venezolanos en estos últimos años, si derrocáramos a Chávez mañana, en poco tiempo se nos montaría uno igualito, o todavía peor. A lo largo de la historia venezolana ha quedado demostrado que somos una nación de caudillos, desde Bolívar hasta Chávez. No se si será genética, o una causal del destino, pero definitivamente los venezolanos sufrimos de “amnesia histórica generalizada”. Y es harto conocido que los pueblos que no aprenden de sus errores, están condenados a repetirlos. ¡Patria, Democracia y Libertad!

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