miércoles, 8 de julio de 2009

Alzheimer político


Por: Andrés Alberto Calles Rodríguez - La enfermedad de Alzheimer o mal de Alzheimer, es una enfermedad neurovegetativa que se caracteriza en su forma típica especialmente por PERDIDA PROGRESIVA DE LA MEMORIA y de otras capacidades mentales. La enfermedad suele tener una evolución media aproximada de 10 a12 años. Los síntomas de la enfermedad como entidad nosológica fueron identificados por Emil Kraepelin mientras que la neuropatía fue observada por Alois Alzheimer en 1906.Luego de exponer estos conceptos y hablando en lenguaje nuestro, debemos entender que esta enfermedad puede afectar a cualquier individuo sin que este mismo o su entorno se de cuenta, tal cuadro clínico se hace palpable cuando en la vida diaria vemos al individuo emitiendo conceptos claramente errados y sobre todo cuando este mismo olvida hechos muy importantes e incluso donde él y su entorno han sido los protagonistas. Los recientes hechos políticos de Honduras han puesto en evidencia que muchos de los que hoy nos gobiernan padecen del mal por mi denominado ALZHEIMER POLITICO. Caracterizado por olvidar las acciones ejecutadas políticamente por un ó varios individuos y que son olvidadas por este o estos durante los últimos 10 años. Estas actuaciones obligatoriamente hacen que como ciudadano de esta tierra, tenga el derecho que me asiste en forma muy personal a preguntar:¿Estaban apegados a la Constitución venezolana los intentos de golpe de estado que todos recordamos? ¿Se justifica la forma violeta en la cual se incursionó al canal 8? ¿Quién respondió por los muertos de las llamadas intentonas? ¿Intentona es igual o diferente a golpe? De haber triunfado tales intenciones ¿Quién hubiese sido el nuevo Presidente? Estas y muchas preguntas son suficientes para evaluar que tan fácil es padecer de ALZHEIMER POLITICO. Mientras Honduras atraviesa una difícil crisis política a decir de muchos, tesis que yo comparto buscada por el mismo Zelaya por seguir consejos anti democráticos originados en el “mar de la felicidad” y que nosotros los venezolanos hemos aceptado ya que en el momento de su aplicación, no se tuvo una capacidad de reacción que basada en la Constitución permitiera defender sus propios principios. Claro con una oposición tirada al suelo cuyos dirigentes aún pelean por una foto antes de pelear por el futuro del país. En Honduras, la salida de Zelaya la aprueban todos los Poderes legalmente constituidos, hasta el propio partido que lo llevó al poder, algo tan igual como cuando Acción Democrática, el Congreso y las diferentes instituciones aprobaron la salida de Carlos Andrés Pérez. Para entonces, el Fiscal General de la Republica lo acusó de delito de corrupción que lo hacía violar la Constitución. A Zelaya lo acusan de delito que también viola la Constitución de su país. Lo de Pérez fue un problema de los venezolanos, Lo de Zelaya es un problema de los Hondureños. Mientras todo esto ocurre VENEZUELA ESTA SUMIDA EN LAS HONDURAS de la corrupción así catalogada por el último informe del Banco Mundial. Nosotros mismos sabemos que es uno de los países con mayores cifras de muertes por violencia en Latinoamérica y en el mundo, si lo dudamos revisemos nuestro entorno, nuestros amigos, nuestros vecinos. Los únicos que nos son victimas de violencia son los funcionarios del gobierno que no van solos ni al baño. Venezuela está padeciendo el desempleo más grande de su historia, muestra de ello, la creciente economía informal y los despedidos de la administración pública, hecho del cual no escapan los falconianos y la fuga de talentos jóvenes a otros países. Sin trabajo, con cierre paulatino de empresas y con una inflación calculada a cerrar el año del 40 por ciento, con un sistema de salud dirigido por un no profesional de la medicina, que no tiene ni las más minima idea de cómo resolver el problema de los hospitales y del sistema de salud en general. A todo esto le agregamos la permanente amenaza contra los medios de comunicación y los periodistas, imponiéndoles una ley de ejercicio profesional decretada desde la Asamblea Nacional. Pero es más importante mostrar la intención de enviar nuestras tropas a Honduras y nuestros aviones y pilotos para conducir a Zelaya a rescatar el gobierno. ¿Por qué no enviarlas a los sitios donde la delincuencia mata a los venezolanos? ¿Por qué no enviar esos aviones a reforzar la vigilancia en nuestra frontera con Colombia fácilmente penetrada por la insurgencia de ese país? Preocupa a nuestros gobernantes la carencia de energía eléctrica en Honduras. ¿Y la falla constante de la misma energía en Falcón? Se denuncia con toda razón el cierre de medios de comunicación en el país centroamericano. ¿Y en Venezuela……? Hay preocupación por el “golpe” a la democracia Hondureña. ¿Y el reciente golpe a la voluntad popular de los caraqueños?. Hoy está en huelga de hambre como forma de protesta en la propia sede de la OEA, el Alcalde Metropolitano de Caracas. Los hechos políticos ocurridos en Honduras SON PROBLEMAS QUE DEBEN RESOLVER LOS HONDUREÑOS ¿Hay moral para exigir democracia desde la “Isla de felicidad”? Los INSULSOS protestan y exigen el restablecimiento de Zelaya. ¿Quien ha salido a exigir se acabe con la delincuencia y la inseguridad? Aquí nadie abre la boca para reclamar cuando se le quema nevera, aquí ningún revolucionario protesta por el estado de las calles y la acumulación de basura y el estado de nuestro hospital. Silencio total cuando traen “oradores importados”. Aquí se aplaude el “nuevo riquísimo”. Honduras ha dado para todo, hasta los autodenominados “lideres” de oposición salen de “hipócritas” a rechazar el “golpe”, no por que sean golpistas, sino por que este hecho político hace que los que quieren “ser noticia” aprovechen el tema para la foto y el micrófono. Así señores este es un problema de Honduras. Zelaya y los integrantes del gobierno constituido en ese país, llevarán en sus hombros y en su conciencia la responsabilidad de los muchos muertos que por falta de voluntad política sincera puede dejar como saldo este hecho, amen del retroceso económico para un país cuya mitad de la población es pobre y que el próximo gobierno que se elija en el obligante proceso electoral de noviembre debe enfrentar. Los venezolanos tenemos nuestras propias HONDURAS que las debemos resolver nosotros mismos siempre dentro del hilo democrático sin romperlo, como los que hoy padecen ALZHEIMER POLITICO. La solución a nuestros problemas está en la “voluntad” de cada uno de nosotros y en una Constitución que debemos conocer, defender y hacer cumplir. Para disfrutar y dejar a nuestros hijos un país pleno de oportunidades y libertades, cuya base fundamental sea el respeto a la diversidad del pensamiento, donde todos nos veamos y nos respetemos como hermanos, un país que sea una “Casa grande” donde le rindamos verdadero homenaje de hijos a esa gran madre que lleva por nombre VENEZUELA.

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