jueves, 3 de septiembre de 2009

¿Dirigencia político-militar activa?



Por: G. Cedillo Vaz - Capitán de Fragata - Abogado - Presenciamos una manifestación popular, ordenada, pacífica, sin armamento, con solo carteles protestatarios; en fin todo acorde con lo establecido en los arts. 57 y 68 de nuestra Constitución Nacional; pero en forma inexplicable, un miembro de la Fuerza Armada que conducía y comandaba al grupo militar y policial que puso obstáculos al pase de los manifestantes, de forma repentina se convierte en líder político y apartándose de la función de comando y conducción, se dirige a sus subordinados dando un “discurso” cargado de términos políticos y separados de la verdadera función del militar apegado a la Ley; o sea, que este oficial de apellido Benavides Torres, si en nuestro País existiese una verdadera organización jurídico militar, ya estaría siendo analizado y penalizado, lo cual seguramente no se hará debido a que el Comandante en Jefe en cadena televisada le felicita públicamente, exaltándole sobre todo la forma como se expresó utilizando megáfono para alentar a sus subordinados y ofender e injuriar al pueblo pacífico y desarmado que manifestaba no haber sido consultado en la aprobación de una Ley que puede desviar la educación de nuestros hijos hacia una dependencia directa del régimen desconocedor del resultado de un referendo donde el pueblo se negó a la reforma constitucional que cada día presenciamos. Observamos al pueblo avanzar hasta donde había una barrera que impedía su paso al destino requerido, todo estaba controlado por la Guardia Nacional en forma pacífica, hasta que aparecieron personas que alteraron la paz reinante y el grupo militar y policial inició una represalia abusiva, bárbara y brutal contra esa gente de todas las edades que solo estaban manifestando su repudio a una Ley que no consideran aplicable sin la aprobación popular previa. Luego se oye a un personaje utilizando un megáfono incitando a poner “rodilla en tierra” para repeler un ataque que nadie presenciaba o conocía, todo esto fue para desviar al grupo numeroso que al ser referido por los medios, comprobaría que la aceptación a la aplicación del sistema político cubano es rechazada por el pueblo venezolano pensante. Al analizar el discurso político del referido oficial en gestión de comando, podemos observar que incurre en varias faltas graves para un militar, como lo son los puntos 7, 10, 42, 44, 46, contenidos en el artículo 117 del Reglamento de Castigos Disciplinarios No. 6; asimismo, deberá analizarse la actuación completa de quien ejercía el comando en el momento de los hechos, para establecer si se cometió el delito señalado en los artículos 508 y 573 del Código de Justicia Militar, referido al delito de Abuso de Autoridad o contra las Personas y Propiedades, lo cual implica una sanción de arresto de 3 a 6 meses en el primer caso, y de 6 a 12 meses en los casos delictuales señalados, con alguna consideración en caso de lesiones que requieran asistencia médica. Ante el pueblo hubo delito flagrante, pero la averiguación se hace necesaria porque está inserto el vínculo político y lo ofensivo e injurioso expresado a viva voz por el oficial en presencia de sus subordinados, les hizo seguramente comprenden a ellos, que son parte de ese pueblo presente que fue ofendido y agredirlo sin justificación es traicionar el derecho a vivir en paz y en democracia. Como primera respuesta a estos hechos, solo hemos visto la felicitación a viva voz hecha por el Comandante en Jefe, lo cual no creo que tenga aceptación plena en el personal que tiene como función básica el garantizar la independencia, la soberanía de la Nación y el mantenimiento del orden interno; siempre al servicio exclusivo de la Nación y nunca al de persona o parcialidad política alguna (art. 328 de la C. N.). Solo queda pensar, por ahora y por decir algo, como reaccionará la oficialidad subalterna que juró defender a su Patria de toda injerencia extranjera sea política o militar, verán igualmente que prestándose a estos actos aquí criticados, se obtienen ascensos y cargos altos en la administració n pública, burlando el mérito, escalafón y plazas vacantes. Esperemos a ver si en vez de ser sancionado, el referido oficial llega a las altas jerarquías, ya que si se cumpliera la Ley, no pasará de donde está. En Cuba, el año 1959-60 dieron de baja a todo el sector militar y los cargos fueron ocupados por sub-oficiales y algunos civiles a quienes se les dio la jerarquía militar que hoy disfrutan y nadie dijo nada; ahora el gobierno colombiano desea combatir el narco-tráfico y el terrorismo con ayuda de EE.UU. y algunos se atreven a desprestigiar ese argumento sin ver siquiera los primeros resultados acordes con los términos del acuerdo suscrito, ya que eso además es función de los países aceptantes.

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