martes, 14 de julio de 2009

Espinito Morales


Por: Juan Carlos Apitz B. - Cuando la amenazadora judicial dice "yo también soy como el espinito", ¿a quién más se refiere? Pues nada más y nada menos que a quien es su jefe, a quien reconoce como tal: Hugo Rafael Chávez Frías. Existen claros antecedentes de la chusma política presidencial. Recordemos que en el año 2005, cuando el presidente mexicano Vicente Fox increpó al primer mandatario nacional por su lenguaje soez, al llamarlo "cachorro del imperio", éste le contestó: "No se meta conmigo caballero, porque sale espinao", le dijo Chávez al mandatario mexicano durante su programa dominical "Aló Presidente". Nuestro Presidente le recitó una copla a Fox: "Yo soy como el espinito que en la sabana florea, le doy aroma al que pasa y espino al que me menea". También, recientemente, el Presidente rezongón al ser criticado en EUA, le pidió a su colega de Estados Unidos, Barack Obama, que "no se meta" con él, al referirse a informes del Departamento de Estado sobre la crítica situación de los derechos humanos y del combate al narcotráfico en Venezuela. Dijo: "No se meta conmigo, señor Obama", exclamó el jefe de Estado en alocución transmitida en cadena nacional de radio y televisión, a propósito de un acto público en nostalgia al Caracazo. Para luego rematar en tono amenazante: "No se meta con Venezuela, Obama, no se equivoque, no siga el mismo torpe y estúpido camino" de su antecesor, George W. Bush, añadió tras recitarle la trillada copla del folklore venezolano: "Yo soy como el espinito que en la sabana florea: le doy aroma al que pasa, y espino al que me menea". Entonces, lo que en verdad quiso decir la censuradora suprema de los medios de comunicación fue: yo (también) soy como Chávez, o sea, yo también amenazo, intimido con hacer algún daño, algún mal o algo desagradable a quien se meta conmigo. ¡Que se atenga a las consecuencias! Inducir el miedo facilita el ejercicio del poder político. El autoritarismo gubernamental utiliza la amenaza y el miedo como arma de dominación política y control social. Atemorizar trae sus ventajas, quien suscita miedo se apropia hasta cierto punto de la voluntad de la víctima, intenta conseguir que la otra persona ponga en práctica una de las conductas ancestrales para huir del miedo: la sumisión. Así que, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley esta sentenciadora del Tribunal Supremo de Injusticia declara: Todos deben tenerle miedo a Espinito Morales. Así se decide.

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