sábado, 29 de marzo de 2008

29 de Marzo del 2008


Un Blog es asì como tener una tarde de Domingo, tranquila, nublada, serena, callada; una tarde donde el tiempo y el espacio es absolutamente de uno cuando se puede tomar la decisiòn de hacer, de leer, de mirar, de pensar en lo que se quiere y en la que se està en compañìa de los propios pensamientos, sentimientos, en fin, de nuestra propia alma. Una tarde de Domingo cuyas horas transcurren serenamente, en silencio, con un mueble còmodo donde reposar, un buen libro que leer, y nuestra propia compañìa. Y no porque no se pueda compartir con personas queridas, sino porque tambièn es importante el compartir con una persona a la que normalmente dejamos de lado: uno mismo. Eso es este Blog para mì. Un sitio que no pretende ser una fuente de saber, ni una fuente de conocimiento, ni siquiera de consulta. Es un sitio como una sala acojedora, càlida que nos alberga y de la que todos podemos entrar, curiosear, salir cuando se quiera sin ninguna obligaciòn, ni deber, ni nada màs allà que una simple visita; por mi parte puedo acomodar, cambiar el orden, la decoraciòn; y sigue siendo nuestra sala donde uno se refugia para escapar de los lugares muy concurridos. Es como aquel escondite que tenìamos cuando niños. Nuestro escondite privado que nadie sabìa dònde estaba, pero que todos lo podìan ubicar con facilidad. Ese "lugar nuestro" donde ibamos y pensàbamos, pasàbamos nuestras rabietas de niños, compartìamos los resultados de neustras travesuras. Nadie sabìa dònde estaba, pero estaba a la mano de quien quisiera llegar. Hoy vengo a mi sala" por un ratico para escribir estas lìneas. Pensaba hoy durante el almuerzo de mi cumpleaños, que cada vez que llega el dìa de nuestro aniversario, la vision cambia de acuerdo a la edad que uno tenga. Cuando se es joven, siempre se està a la espera del pròximo y siempre parece que el tiempo transcurrido entre uno y otro, es como muy largo. A medida que el tiempo va avanzando, llega uno a mediana edad, y entonces ya no le da mucha importancia a "calcular" el tiempo entre un cumpleaños y el siguiente. Cuando llegamos un poco màs allà, entonces nos parece que los lapsos son muy cortos. Entonces, de pronto, el mismo dìa, uno se percata que lo importante no es el tiempo que haya transcurrido, sino la calidad del mismo. No siempre la calidad de lo vivido ha sido buena; pero eso tampoco importa, porque lo realmente trascendente es que lo vivido nos haya dejado enseñanzas... de calidad. Todas las enseñanzas son buenas aunque algunas no las podamos entender y mucho menos calibrar lo bueno de la misma. Pero todas son buenas. No es bueno esperar que sean demasiados cumpleaños para darnos cuenta que hay una persona muy importante en nuestras vidas: nosotros mismos. Probablemente muchos de quienes me han felicitado hoy no leeràn esto; pero no importa. A fin de cuentas es como un papelito secreto escondido en mi escondite secreto.

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