Este miércoles el Comando Venezuela realizó en Caracas, un Maratón de más de 12 horas informando sobre las Promesas Incumplidas de Hugo Chávez. Coincidencialmente, el partido Socialcristiano Copei bautizó un libro que compila 150 mentiras dichas por el mandatario en estos 14 años.
Dos esclarecedoras iniciativas sobre las farsas del Gobierno, dizque “revolucionario”, que tanto daño están haciendo al país. Sin embargo, deteniéndose un poco en el análisis, VenEconomía concluye que más perjudicados estarían dejando a los venezolanos las promesas cumplidas a medias por el chavismo.
Un ejemplo, son los decretos zamoranos, artífices de la supuesta búsqueda de la seguridad alimentaria, que aceleraron las expropiaciones de tierras y propiedades de la agroindustria, y que llevaron a la ya inocultable devastación del campo y de la producción nacional. O las misiones educativas, prometiendo forjar al “hombre nuevo”, y lo que están generando es una gigantesca deuda educativa con los millones de niños y jóvenes que reciben una deficiente, fraudulenta y doctrinaria instrucción, si es que reciben alguna.
Otra de las fraudulentas promesas a medio cumplir, es la de dar vivienda a cada venezolano, mediante la mesiánica y electorera Gran Misión Vivienda Venezuela, supuesta a construir más de 2.000.000 unidades habitacionales entre 2011 y 2017.
Pero, como se dice ¡la prisa nunca trae nada bueno! Y en esta “gran” misión la prisa electoral re-eleccionaria abunda y llevó al Gobierno a actuar de nuevo a la brava:
Primero, expropiando terrenos por doquier, aun cuando no cumplían las condiciones básicas para la construcción de viviendas multifamiliares; o a pesar de que con ello arrasaban zonas verdes, deportivas o de recreación. Segundo, levantando edificios sin estudios de suelo, sin medir el impacto ambiental ni urbanístico, sin previsiones de ampliación de servicios públicos o vialidad, y pasándose a la torera todo tipo de permisología, recomendaciones técnicas e, incluso, protestas de las comunidades afectadas.
Los resultados de tanta improvisación, incompetencia y falta de planificación ya saltan a la vista, sobre todo en el Área Metropolitana de Caracas, en las zonas mirandinas y en el estado Vargas.
Entre otros, hace unos meses un ventarrón se llevó una pared externa de un edificio en Ciudad Caribia (en la vía Caracas-La Guaira); resulta que la “pared” era de material liviana, de lo que se usan como particiones en las oficinas.
Esta semana por la prensa nacional se denunció que en Los Valles del Tuy casas de la Gran Misión, que aún no se han entregado, se están cayendo debido a la falta de fundaciones apropiadas.
Y en La Guairita, los edificios de la urbanización La Toma están sufriendo las consecuencias de haber sido levantados en terrenos inestables y propensos a derrumbes.
En conclusión, tal parece que es mejor que el Gobierno no cumpla sus promesas, pues cuando comienza a cumplirlas el mal que hace es mayor.
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