viernes, 21 de septiembre de 2012

Desigualdad humana y libertad individual

Por: Marcelo Castro Corbat - segundarepublica@fibertel.com.ar 

El hombre es prisionero de sus eternas e inevitables limitaciones y vive tensionado. Necesita tener libertad para alcanzar lo que considera el sentido personal de su vida. El esfuerzo y la creatividad en libertad es el verdadero motor del cambio técnico, del arte, de las ideas, de la distribución del ingreso, de la prosperidad ciudadana y del avance de la civilización. El hombre no quiere ser un robot en una línea de producción ni ser ignorado. Necesita anímicamente que su trabajo sea valorado socialmente y tener ingresos para cubrir sus necesidades. Esto último ha generado la ideología de la “mala distribución del ingreso” y la aparición del “Estado de Bienestar” (Justicia Social), monstruo paquidérmico manejado por políticos incompetentes que ha generado la crisis y los conflictos sociales que hoy sufre Europa, y producido el estancamiento social y económico de Argentina. La intervención del Estado en la distribución del ingreso entorpece la libertad de los ciudadanos y el desarrollo económico. Es una utopía creer que funcionarios “iluminados” puedan mejorar el nivel de vida ciudadana, lo que solo es posible con la acción de millones de esforzados trabajadores en libertad, fuertemente motivados para alcanzar los objetivos de sus vidas. Los sensacionales avances de la civilización y la disminución de las desigualdades son producto de la creativa libertad individual.

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