sábado, 19 de diciembre de 2009

El futuro en 10 perfiles de grandes chicos


Por: Michelle Roche Rodriguez - mroche@el-nacional.com - Pequeños, talentosos y esforzados. Niños venezolanos que crecen con la cultura está a la venta - Venezuela, a pesar de todos los problemas, aún tiene para construir buenas noticias, como evidencia la publicación más reciente que firma Francisco Suniaga: Pequeños, talentosos y esforzados. Niños venezolanos que crecen con la cultura. "Somos un país que tiene una fuerza infinita, no hay razón para la desesperanza", dice Suniaga cuando habla sobre lo que aprendió al escribir el libro. La obra, de gran formato e impecable presentación, atestigua una decena de realidades que, a su vez, descubre el brillo de una Venezuela que lleva en la sangre de su juventud su propia redención. "Seleccionamos niños de sectores populares (a excepción de los últimos, que son de Chacao) porque resulta más difícil para ellos tratar de cultivar la afición que tengan por una manifestación artística, debido a las condiciones materiales para lograrlo. Sin embargo, te das cuenta de que se genera una especie de solidaridad dentro de la familia y los amigos, en la cual todos participan de la afición de los niños y eso cambia el entorno", dice Suniaga. Pequeños, talentosos y esforzados es un proyecto editorial en conjunto que fue encargado Suniaga, ilustrado por las fotografías de Andrés Manner y diseñado por Jacqueline Sanz y Gustavo González, profesionales del Estudio Piso 11. La orientación periodística del libro que reúne 10 perfiles de niños corresponde a Rafael Osío Cabrices y al editor de Cygular, Sergio Dahbar. El resultado del ejercicio lo resume Suniaga en el epílogo de la publicación: "Caracas, todos coinciden en decirlo con algún adjetivo, es una ciudad dura, a ratos implacable, que bordea el barranco de la desesperanza (...) Entre sus pliegues urbanos, confundido con la trepidante cotidianidad, la ciudad posee un poderoso contingente humano que, como ha ocurrido en los momentos más infortunados de su historia, está dispuesto a luchar por ella y a salvarla". Los perfiles corresponden a la bailarina africana Gildeirys Ainalem Sojo González, el clarinetista Andrés Enrique Moros Manzanilla, el percusionista José Luis González Ayala, el actor Ever Bastidas, el pintor Víctor Nieto, la bailarina Yusmar Mayorga, la cantante lírica Johanna Gabriela Lemus Arrieta y el caricaturista de mangas japonesas Anthony Albarrán. También hay cuatro nombres que Suniaga llama "milagros en La Pastora", en el tercer capítulo: "Linda, Rolandi, Greymar y Luz Aurora, cuatro niñas huérfanas dedicadas al piano". Además, hay dos hermanos músicos, Joshua y Jordao de Freitas Hernández, uno clarinetista y el otro violonchelista, que son parte de la Orquesta Juvenil de su municipio. Los niños provienen de todos los rincones de Caracas. "Que en nuestros barrios existan niños que, con todos los problemas, se cultivan en las artes, es un fenómeno que muchas veces pasa desapercibido. Me gustaría que este libro propiciara que entes privados y públicos tomaran nota de estos niños (que son algunos de miles que hacen lo mismo) para crear las instituciones necesarias para que consigan el cauce de sus motivaciones culturales", señala el autor. Los medios de comunicación deben acostumbrarse a la singular ortografía de varios de los nombres de estos muchachos porque ellos, quienes hoy son apenas la nota positiva de un país que parece ver problemas en todas partes, construyen para el futuro la Venezuela cultural que vendrá. Cada uno de ellos, en sus trazos, sus bailes y sus notas musicales, cuenta la historia del país que será.

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