miércoles, 9 de octubre de 2013

La falta de voluntad política















Por: Carlos Alvarado Grimán

En los aciagos momentos que vive Venezuela, ha surgido desde lo más profundo de las miserias humanas de la sociedad:  la mala voluntad. Esta variedad quizá contraria al deseo general ha colmado de odio, envidia y resentimientos a la política de nuestros tiempos materializada en el llamado socialismo del siglo XXI.

La buena voluntad mostrada al menos retóricamente por los factores que adversa al diabólico chavismo, se queda en la sola enunciación: sin fuerza, sin vigor, sin convicción. Esa voluntad cobardona carece del deseo de libertad que creemos es el ingrediente, la pimienta de la vida que realmente motiva al individuo.

Schopenhauer definía la Voluntad como el principio que mueve al mundo y al individuo, es el deseo de ser y seguir siendo. No obstante todo esto es posible sólo en libertad.

Los partidos políticos y sus dirigente en general, han carecido del convencimiento sobre la necesidad de la libertad plena para ejercer la democracia. Escuchamos decir en las calles " falta voluntad política" para revelarse, para marchar, para tomar el toro por los cuernos y activar los motores para lograr la cohesión  social, con unidad de objetivos y estrategias que permita a los venezolanos romper el miedo y las cadenas de la opresión.

La comodidad temporal dada por el gobierno como migajas, a la oposición, ha logrado romper sus voluntades, sin que estos se percaten de que,  están rindiendo a los pies de una mafia criminal, lo más preciado que habíamos logrado a fuerza de sacrificios y al "querer ser", conquistado como pueblo.

La buena voluntad, como decían nuestras abuelas no basta. Sólo las acciones hacen corazones, una metáfora que invita a la acción, para auto determinarnos como pueblo y cimentar de una vez y para siempre nuestro deseo de vivir en libertad.

Los Venezolanos no intentan zafarse de sus propias culpas o de sus responsabilidades, pero la lucha es contra un Estado todopoderoso que usa las fuerzas armadas, el tráfico de narcóticos y la renta petrolera para esclavizar al pueblo.

Nuestros dirigentes y nuestras élites deben asumir el papel histórico que le corresponde. 

El pueblo en repetidas oportunidades ha cedido a la actual dirigencia política su voluntad general, para que esta la conduzca, asuma las decisiones necesarias, para juntos defender los valores democráticos del pueblo, pero ha sido defraudada debido e eso que llaman: La falta de voluntad política!

Tomado de: 
http://www.hispanosreport.com/#!arsenal/c1o1u

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