Por: Narciso Guaramato Parra - El mes de diciembre se inició con el anuncio por parte del gobierno de la intervención de siete instituciones financieras. Es verdad, no es comparable a la acontecida en el año 94, ni en las causas ni en el tamaño de los bancos involucrados, pero aunque no le guste a algunos, hay una crisis en el sistema financiero venezolano, son siete instituciones donde miles de personas tenían depositados sus ahorros confiados en que estaban en lugar seguro. El depositar un determinado monto de dinero en un banco involucra un riesgo por mínimo que este sea, ya que la actividad financiera se basa en algo tan delicado como es la confianza. Un banco realiza su actividad en base a dos supuestos básicos:1) solo un porcentaje muy reducido de los depositantes requieren su dinero en forma inmediata y 2) en el flujo de operaciones diarias de un banco, muchas se dan entre cuentas de la misma institución por lo que al final solo un parte de las operaciones representa una salida real de dinero. Estos dos supuestos en verdad lo que indican es que el banco puede contar con una cantidad de de dinero de sus depositantes para prestárselos a otros o para realizar algunas inversiones que fortalezcan el patrimonio. Entonces, el dinero de los depositantes está garantizado dependiendo de la calidad de la cartera de crédito, es decir, de la garantía de que el banco va a cobrar los créditos otorgados y de la calidad de las inversiones realizadas, o como dirían algunos, de la calidad de sus activos. Por lo tanto un banco mal administrado es un banco riesgoso. Para desminuir estos riesgos es que los gobiernos crean organismos de supervisión y control, como es el caso de la Superintendencia de Bancos (SUDEBAN) aquí en Venezuela. Aquí tenemos la gran falla en las declaraciones que hemos escuchado esta semana, SUDEBAN tiene establecido una metodología de seguimiento del sistema financiero a fin de evitar el cierre de un banco. Si los controles funcionan no debería haber una intervención de algún banco ya que deberían haberse dado los correctivos necesarios para solventar algún problema detectado. Si se realiza la intervención es porque simplemente falló la supervisión. Prueba de la existencia del riesgo bancario es que los grandes inversionistas tienen acceso a publicaciones regulares en donde pueden informarse sobre la calidad de alguna institución financiera, no me cabe ninguna duda que ninguno de ellos tenían depósitos en los bancos intervenidos. Por lo general las crisis financieras afectan a los pequeños ahorristas que no manejan la información sobe la solvencia del banco y sólo se basan en la confianza de que de una manera u otra su dinero está garantizado. Al momento de sucederse una intervención y sin tener otra información disponible, es normal que el ahorrista `pierda la confianza en el sistema en general y trate de sacar su dinero, generando así una corrida general. Por mucho que exista FOGADE y estén los depósitos garantizados, a NADIE le puede gustar la incertidumbre de tener su dinero represado en un banco intervenido, sobre todo si es a puerta cerrada. Ningún banco cerrado puede volver a abrir, dado que la gente ya le ha perdido la confianza. Lo que quiero indicar es que la intervención es una mala acción, ya que esta no debe darse nunca, Los controles y la supervisión que se le realiza al sistema financiero es para evitar cualquier intervención y repito si esta última se da es porque la supervisión falló. Por lo tanto la lección que debemos sacar de esta nueva crisis es que hay que reforzar los controles de SUDEBAN para disminuir el riesgo y tratar de alguna forma que el pequeño ahorrista tenga una mayor confianza en las instituciones financieras.
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