lunes, 9 de noviembre de 2009

En busca de sindéresis y cordura


En el Aló Presidente de este domingo, el presidente Hugo Chávez llamó a los venezolanos a prepararse para la guerra. El mandatario, en una escalada de violentos incidentes que se han venido registrando en la zona fronteriza con Colombia, aclamó ante el país: "No perdamos un día en nuestra principal misión: Prepararnos para la guerra y ayudar al pueblo a prepararse para la guerra, porque es responsabilidad de todos". Chávez increpó: "Señor comandante de la guarnición militar, batallones de milicia, vamos a adiestrarnos. Estudiantes revolucionarios, trabajadores, mujeres: todos listos para defender esta patria sagrada que se llama Venezuela". Eso, sin dejar de aclarar que su llamado no incluye a los "escuálidos" (es decir, la oposición), porque a su libre entender "ellos son una Quinta Columna, son apátridas, tanto como la oligarquía colombiana". Con este llamado bélico a los venezolanos Chávez apunta a tratar de satisfacer intereses externos e internos del proceso revolucionario del binomio Castro-Chávez.Por el lado externo, es un nuevo paso de Chávez para tratar de instalar el comunismo en la región, lo que es lo mismo que decir llevar a los países del hemisferio al aislamiento y la miseria. Irónicamente este retroceso histórico que promueve Chávez está ocurriendo cuando se están cumpliendo 20 años de la caída del Muro de Berlín y del colapso de las teorías económicas y políticas de los países comunistas que dominaron gran parte del siglo XX. Un colapso que además generó un período de extraordinaria prosperidad que condujo a la consolidación de la Unión Europea.Para Chávez, Colombia es, con toda razón, un fuerte obstáculo para la instalación de su agenda Comunista en la región. De allí que la amenaza de ir a una guerra con Colombia es la respuesta de Chávez a esa resistencia de Uribe de plegarse a sus designios. Esta avanzada belicista se suma a las decenas de agresiones que ha protagonizado el Gobierno de Hugo Chávez contra del vecino país en los últimos once años. El objetivo evidente de las diatribas antecolombianas sería el de desestabilizar la democracia granadina y poner al frente de su Gobierno a uno de sus secuaces, con el apoyo de los grupos insurgentes internos, tal como lo habría hecho en otros países del Continente. Las denuncias del Gobierno de Álvaro Uribe sobre el apoyo que el Gobierno de Chávez estaría dando a los grupos narcoterroristas como FARC y el ELN son bien conocidas, desde que se destaparon las computadoras del narcoguerrillero Raúl Reyes. En el plano interno los objetivos de Chávez de llamar a la guerra serían dos: El primero elaborar un sofisma de distracción a la guerra intestina que libran los venezolanos en el día a día con el hampa común y con los grupos organizados de agresión inmediata que se han promovido durante estos once años. También persigue tapar el fracaso de su Gobierno en las vitales áreas de salud, vivienda, electricidad, agua, empleo y educación, además de tratar de esconder las dramáticas cifras que han provocado sus erradas políticas en la economía del país.Pero, más grave aún es que elaborando un estado de preguerra con Colombia, Chávez estaría fabricando la escusa "perfecta" para terminar de desestabilizar al Gobierno regional del Táchira. Desde que el representante de la Alianza Democrática, César Pérez Vivas, asumió con los votos de la población la Gobernación de ese Estado fronterizo, Chávez lo ha acosado de una manera feroz. Ha tratado por todos los medios de socavar y desarticular el mandato de los tachirenses. Ahora, ya establecido el estado de preguerra, se anticipa que el próximo paso a seguir por el Gobierno será la militarización del Estado, el resto de la zona fronteriza, y el nombramiento de funcionarios militares para sustituir a las autoridades civiles que fueron designadas por la población en elecciones libres.. Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.

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