martes, 21 de julio de 2009

Bruto y Medio


Por: Ernesto García Mac Gregor - garciamacgregor@gmail.com - Se necesita ser bien bruto para afirmar, como lo hacen algunos izquierdistas trasnochados, que el parapeto llamado Socialismo del Siglo XXI es similar a las doctrinas aplicadas en los países europeos. Para comenzar, esas naciones no son socialistas, incluso, las más adelantadas como las escandinavas son monarquías constitucionales con rey, alta nobleza y todo, lo cual es perfectamente compatible con la social democracia que ejercen. En estos verdaderos paraísos (no como Cuba) que han logrado el mayor bienestar social del mundo, la Educación por ejemplo, desde la primaria hasta la superior, no se cobra. Los padres, y después los alumnos reciben subsidios en dinero y todos los útiles necesarios. Pero la gran diferencia con las misiones educativas chavistas es que los estudios son obligatorias y con seguimiento. Si no se adelanta en el colegio no recibe paga, se averigua el porqué y se le obliga a tomar algún tipo de oficio manual, para lo cual también recibe entrenamiento. Allá no hay muchachitos cuidando carros, vagos de barrios o trabajadores informales (aquí el 60 por ciento de la mano de obra). Como referencia, para 2007, de los 418.000 graduados en la misión Ribas (bachillerato), sólo se habían incorporado a la misión Sucre (universidad) un ínfimo 10 por ciento. Por su parte, la misión Vuelvan Caras (hoy Che Guevara), cuyo objetivo es generar empleo a los graduandos, sólo lo logró en 28 por ciento. Allá no hay pobres, porque todos trabajan y si se enferman el Estado se encarga de ellos en magníficos hospitales. Pero esta maravilla no es gratis como las misiones sociales de aquí. Todos aportan un mínimo del 30 por ciento del salario. Entre más rico más impuesto. Por eso los millonarios son bienvenidos y la propiedad privada protegida. Allá no se regala pescado, se enseña a pescar. Esa es la gran diferencia. Hay que ser bien bruto. Que oiga quien tiene oídos.

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