El diario El Confidencial,
reseñó un trabajo especial relacionado con algunas orientaciones para
tener una vida plena, llena de bienestar, pese a las dificultades del
día a día. Bruno Frey, es un economista suizo que ha examinado la figura
del homo economicus, es decir, ese ser humano que se mueve únicamente por el propio interés.
Las ideas de Frey han gozado de una gran difusión entre sociólogos,
psicólogos y economistas porque proporciona reveladoras pistas sobre los
mecanismos que pueden dar la felicidad hoy día.
“Gane dinero, pero sin convertirlo en una enfermedad”.
Por encima de las instituciones que sostienen la existencia social de
los seres humanos, no se puede escapar a una reflexión sobre la mejor manera de vivir individualmente el juego social, sobre todo en periodos de crisis.
Bruno Frey ha recogido el desafío, no sin valentía, de dar lecciones
de vida que se perciben como lecciones de prudencia. Siempre hay un
punto de ironía a la hora de explicar cómo hacerlo en ese terreno, pero
ciertamente merecen citarse, aunque solo sea para iluminar los esfuerzos
que hay que hacer para resistirse a las corrientes a menudo inversas de
la vida social.
A continuación los 10 consejos:
1. No se preocupe por no ser un genio, porque los
genios no son más felices que los demás. Uno de los secretos de la
felicidad se resume con bastante sencillez: compárese con los que tienen
menos que usted. Como media, las medallas de bronce son mucho más
felices que las medallas de plata (eso se ha comprobado
estadísticamente). Las medallas de plata se comparan con las medallas de
oro. Las medallas de bronce, con los que no tienen nada.
2. Gane dinero, pero sin convertirlo en una enfermedad.
Un aumento de salario hace feliz… pero solamente unas semanas. En menos
de un año, el 40% del placer se ha evaporado ya, y hay que ganar mucho
más aún para encontrar una satisfacción.
3. Envejezca con gracia. Con tal de que la salud
esté presente, envejecer no impide la felicidad. Por el contrario, puede
usted reencontrar, como Beethoven, el placer crepuscular en una
actividad nueva, liberado de la presión de hacer una “obra”.
4. No se compare con los otros en materia de belleza. Las normas son irreales. Las presiones que las modelos ejercen sobre su psique crean una frustración inútil. “Envejecer no impide la felicidad”.
5. “Crea” en alguna cosa: Dios, la justifica social o la belleza de la naturaleza; es necesario un meaning of life para ser feliz y escapar a sí mismo.
6. Ayude a los demás: el altruismo le aparta de usted mismo, y eso va bien, por los mismos motivos.
7. Controle sus envidias. Las nuevas “aspiraciones” desbordan siempre a las “realizaciones”, por muy elevadas que sean estas últimas.
8. Conserve a sus amigos: son los bienes más preciados, aunque sean los menos visibles.
9. Viva en pareja, ya que la soledad no es buena.
10. Acepte lo que es y gestione racionalmente sus debilidades.
Si procrastina, hágase cargo y fíjese unas reglas. Pero, por el
contrario, si es muy rígido psicológicamente, entonces oblíguese a hacer
cosas prohibidas.
Ciertamente, son consejos de una ingenuidad encantadora. Exasperarán a
los psicoanalistas que ven en el problema un conflicto psíquico que
ninguna resolución pacífica desatará jamás.
La lista de Frey tiene sobretodo, el gran mérito de demostrar cómo
nos impulsa la sociedad a cada uno de nosotros a seguir prácticamente lo
contrario de estos preceptos: compararse con Steve Jobs, con atletas y
top models; en resumen, nos impulsa a hacernos desgraciados a nosotros
mismos.
Por encima de las elecciones individuales, es la organización de la sociedad lo que está en cuestión hoy en día, empezando por la más importante de todas: la organización del trabajo.
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