Por: Maria Walter - @mariawalter -
Los individuos
reaccionamos ante las palabras a causa no solo de su significado, sino
de la carga electromagnética que con la que la palabra ha sido
“archivada” por lo que de cada palabra con la que contactamos a través
de nuestra vida -incluso intrauterina- queda
el registro en asociación con los elementos circundantes específicos
existentes en el momentum en que da la conexión, por ello, las palabras poseen un valor causa-efecto que
llega a ser personalísimo pues las palabras quedan grabadas en
asociación a las particulares experiencias que van conformando la
historia de Nuestras Vidas.
Como las palabras poseen electromagnetismo, al ser decodificadas, producen en nosotros una respuesta electrofisiológica (los impulsos eléctricos generan reacciones en nuestro sistema celular) de allí que es acertado decir que la primera comunicación que logran las palabras es interna, producto del cambio de voltaje o corriente eléctrica que “la conexión” realiza con nuestro mundo celular.
Conocer ésto, nos permite comprender cómo las palabras pueden incluso fortalecer o debilitar nuestro sistema inmunológico de tal manera que si hacemos un alto para revisar palabras tales como AMOR, ODIO, GUERRA, PAZ, con seguridad encontraremos que no reaccionamos ante ellas de la misma manera. Y es que nuestra respuesta fisiológica a la emisión eléctrica que producen las palabras en nosotros, está íntimamente relacionada con “la decodificación” que de ellas haga nuestro sistema celular, pues cada célula tiene su propio registro de memoria.
Ese procesamiento de la información que ellas, las palabras, “contienen”, ocurre sea que las escuchemos proveniente de otros o las leamos, escribamos o simplemente sean expresadas por nuestra voz interna; y es que, el gran movilizador de la corriente eléctrica que emiten las palabras es el pensamiento.
Éste se mueve en el mundo sutil, sin
embargo, aun cuando no lo veamos, su frecuencia eléctrica puede ser
medida y es eso lo que precisamente sucede, pues nuestro sistema
inmunológico “lee” las palabras y ante ellas se “defiende” si la “carga” electromagnética que transmite excede
el límite “aceptable” de polaridad negativa, por ello, las palabras
actúan como agujas frente un globo, agujereándolo, es decir, abriendo
espacio a las enfermedades, ya que, las palabras llegan a actuar como si
fuesen virus que atacan nuestro sistema inmunológico, siendo en muchas
oportunidades nosotros mismos sus inoculadores.
Ojala tuviéramos conciencia de ésto, pues seríamos individuos más sanos, más felices y también más Responsables con respecto a lo que decimos…
Es por ello que a la mente se le tiene como el trono del Altísimo porque desde
allí actúa NUESTRO PODER CREADOR, pues todo cuanto
pensamos, decimos, hacemos proviene de allí.
¡LA MENTE RECIBE INFORMACION / LA MENTE PROCESA / LA MENTE CREA!
Esto es importantísimo pues, cuando conocemos el valor de las palabras buscamos ser respetuosos de su uso, ya que, en realidad, cada palabra activa en nosotros y también en los demás una específica respuesta electrofisiológica. Una emoción, un dolor, un gesto, cada palabra adquiere su propio record de memoria, y basta contactar con ella para que este se active con las consecuencias directas en la Salud y Bienestar –individual y colectivo-.
¡LA MENTE RECIBE INFORMACION / LA MENTE PROCESA / LA MENTE CREA!
Esto es importantísimo pues, cuando conocemos el valor de las palabras buscamos ser respetuosos de su uso, ya que, en realidad, cada palabra activa en nosotros y también en los demás una específica respuesta electrofisiológica. Una emoción, un dolor, un gesto, cada palabra adquiere su propio record de memoria, y basta contactar con ella para que este se active con las consecuencias directas en la Salud y Bienestar –individual y colectivo-.
Como INDIVIDUOS CONSCIENTES hemos de cuidar qué pensamos y qué decimos, pues realmente como hemos visto, existe el poder electromagnético de las palabras, ya que, cada vez que emitimos palabras estamos CREANDO/RECREANDO nuestro Mundo Personal/Familiar/Grupal/Nacional) sea cual sea el ámbito donde nos desenvolvamos, pues las palabras al ser emitidas actúan como boumerang por causa del “registro” de la carga electromagnética (emociones, sensaciones asociadas al tiempo, lugar en que se producen) actuando así la Ley de Causa–Efecto cuya inviolabilidad se pone en evidencia en los resultados de nuestra vida.
Por ello, a medida que crece nuestro ámbito de acción crece también nuestra responsabilidad en la emisión de las palabras.
Sirva lo antes dicho para la toma de conciencia con respecto al uso de la palabra en estos tiempos de EXIGENCIA DEL 100% DE LAS CAJAS DE TICKETS DE VOTACION (reconteo de votos), ya que, si nos permitimos que por nuestra boca salgan sapos y culebras, el ambiente se hará más y más conflictivo pues, no podemos olvidar que estamos viviendo los frutos de la siembra que se hizo a través del Verbo altisonante y descalificador en Venezuela.
Suficientemente vulnerado estaba ya el sistema de valores de la estima social del venezolano -producto de las carencias parentales- para haberle agregado la carga electromagnética de la palabra REVOLUCION.
Por ello, y en aras de alivianar la carga en beneficio propio y de las generaciones futuras, asumamos la palabra EVOLUCION como el objetivo que nos elevará a la condición LUZ PATRIA que todos anhelamos alcanzar en LIBERTAD, JUSTICIA EQUIDAD y ARMONIA.
¡Que la fuerza del AMOR te sostenga!
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