Dos de las mentes más entrenadas en Latinoamérica explican cómo ejercitarla a diario. La memoria es una de las llamadas funciones cerebrales superiores y aunque existen diferentes tipos, no es un patrimonio exclusivo de los humanos. Por otro lado, a veces la gente solo relaciona el término con tareas comunes como recordar nombres, fechas, números de teléfono o incluso, dónde dejaron las llaves.
De ahí que cualquier falla en estos procesos sea motivo de preocupación y de presunción de males mayores.
Aunque el tema de la memoria merece análisis más profundos, vale la pena saber que esta función se puede entrenar y que con disciplina se pueden alcanzar niveles asombrosos de recordación.
Juan Pablo Duque (récord sudamericano de memoria modalidad número PI) y David Cantor (récord nacional de memoria orear modalidad cartas de naipe), considerados como unas de las mentes más entrenadas de Latinoamérica, nos dicen que sí es posible entrenar la memoria y mejorar la atención y la concentración.
De ellos son estos diez consejos para impactar en las neuronas y mejorar la capacidad natural de memorizar.
Ejercítese antes de dormir
Recorrer los pasos es uno de los ejercicios más prácticos que requieren mayor concentración y ejercitación, de un alto porcentaje de nuestro cerebro. La idea consiste en tratar de recordar todo lo que se realizó durante el día, antes de acostarse a dormir, desde la cosa más insignificante, ¿qué comió al almuerzo?, hasta información más compleja como recordar cuántas personas se encontró en el día (nombres, caras), esto hasta convertirlo en un hábito de ejercicio diario.
¿Cómo memorizar un nombre de una persona? “¡Ah!, sí, conozco su cara, pero no acierto con el nombre”. ¿Le suena familiar?, pues bien, con esta recomendación lo que se busca es que deje de pasar por la pena de usar denominaciones como ‘señor’, ‘amigo’, ‘vecino’, ‘sumercé’, y no llamarlas por el nombre verdadero. Lo primero que debe hacer es escuchar con atención cuando le presenten una persona, puesto que en ocasiones se cree que con solo dar la mano y responder “encantado de conocerlo”, ya se memorizó el nombre con toda exactitud.
Como sugerencia, si no entendió bien el nombre, ¡asegúrese de haber oído bien cómo se llama la persona que le presentan! Cuando tenga el nombre claro, haga una asociación con alguien que ya conoce o con un personaje famoso, por ejemplo: ‘Juan Pablo’ es un nombre muy común y por lo mismo se olvida más rápido, entonces lo puede asociar con el papa ‘Juan Pablo II’ o con ‘Juan Pablo Montoya’.
Use su mano no dominante
Utilice la mano que no es dominante para realizar diferentes actividades diarias: si es zurdo use la derecha y si es diestro use la izquierda. Empiece en algo tan básico como tomar sopa o cambiar el reloj de mano, después aumente la complejidad en accionescomo cepillarse los dientes o enjabonarse, hasta llegar a utilizar el ratón del computador y poder escribir con la mano no dominante.
Gimnasia cerebral
En cuanto a la gimnasia cerebral, primero hay que definir el término acotación: “Son ejercicios que, coordinados y combinados, ayudan a ejercitar nuestros hemisferios cerebrales”, de tal forma que si realiza movimientos con su cuerpo, va creando una conexión interhemisférica en donde según el grado de complejidad, es mayor la ejercitación cerebral.
Cambie rutas
De ahora en adelante vaya al trabajo, lugar de estudio o sitios que normalmente frecuenta utilizando una ruta diferente a la habitual, así tenga que utilizar un medio de transporte diferente para movilizarse. Esto hará que su cerebro se impacte y tenga que crear nuevas conexiones neuronales, con las nuevas rutas que empiece a crear para ir a los diferentes sitios de destino.
Curiosée en el transporte público
La próxima vez que se suba al transporte público trate de observar a las personas, después enumérelas y clasifiquelas en grupos diferentes. Empiece con algo sencillo como: ¿cuántas personas están sentadas y cuantas de pie? Esto hará que se entrene en la capacidad de atención y concentración, a la vez que hará gimnasia cerebral mediante cálculos matemáticos sencillos de suma; verá que cada vez se le facilitarán más las operaciones matemáticas, y lo hará a mayor velocidad. Otros tipos de agrupación posible son:
¿Cuántos hombres y mujeres hay?
¿Cuántos están durmiendo?
¿Cuántos van elegantes e informales?
¿Cuántos van hablando o utilizando su teléfono celular?
¿Cuántos van escuchando música?
¿Cuántos están durmiendo?
¿Cuántos van elegantes e informales?
¿Cuántos van hablando o utilizando su teléfono celular?
¿Cuántos van escuchando música?
Cambia las rutinas
Haga cosas diferentes. Oblíguese a salir, conocer y charlar con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías. Experimente lo inesperado, use las escaleras en lugar del ascensor, salga al campo si vive en la ciudad o salga a la ciudad si vive en el campo. Trate de utilizar sus sentidos cuando cambie sus rutinas, esto hará que mejoren sus memorizaciones futuras.
Identifique las monedas
Ponga en su bolsillo varias monedas de diferentes denominaciones y al introducir la mano tome una e identifique de qué denominación es; al sacarla del bolsillo revise si era correcta o no la respuesta y continúe así con todas las monedas.
Ojos cerrados
Con los ojos cerrados realice actividades cotidianas como vestirse o bañarse, verá cómo notará más texturas y experimentará sensaciones que nunca antes había percibido.
Cambie las cosas de lugar
Si sabe dónde está todo quiere decir que el cerebro construyó un mapa mental de la ubicación de las cosas de la casa, por lo cual cambie las cosas de lugar para que el cerebro tenga que crear este nuevo mapa mental y así desarrolle nuevas conexiones neuronales. Por ejemplo, cambie el lugar de la caneca de la basura, verá la cantidad de veces que tirará el papel al viejo lugar, o cambie de lugar la mesa de noche y los productos de aseo que usa diariamente.
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