sábado, 3 de mayo de 2014

Mensaje recibido










Por: Magda Mascioli G.

Tengo unos días publicando en twitter, y sin ningun tipo de comentario añadido, los curriculum de unos pocos personeros del regimen que, por ahora, está entronizado en Venezuela. 

Interesantes algunos de ellos. Personas graduadas en las mejores y más renombradas universidades nacionales e internacionales en Venezuela, Italia, España, Estados Unidos, etc. Representantes de organizaciones muy renombrada a las que no todos pueden ingresar. En algunos casos hablan más de dos idiomas, etc.

La idea la tuve porque día a día observo en prensa y en redes sociales, los escritos de muchos subestimando a todo aquel que no tiene estudios. Los llaman burros, idiotas, pendejos, ignorantes, imbéciles, arrastrados, descerebrados y con calificativos mucho peores que los mencionados.

Como en toda acción en la que no media ni la observación, ni el razonamiento, estas personas caen en sus propias contradicciones. Por ejemplo: dicen que A es ignorante y bruto porque no tiene un titulo universitario, pero olvidan que ya una vez (por solo mencionar una) encumbraron y vitorearon a uno que tampoco lo tenía... y para ocupar el mismo cargo. Dicen que quienes hacen colas interminables para comprar alimentos lo hacen porque son iletrados, ignorantes, arrastrados... pero ellos hacen colas de 6 horas para poner un litro de gasolina en su camioneta. 

Me imagino, dentro de mi ignorancia, que el razonamiento será algo como: soy un profesional que no me rebajo a hacer cola por comida, lo mío es un litro de gasolina para mi camioneta que me da estatus.

Muchos olvidan que no toda persona que no tiene un título es bruto o ignorante. Muchas razones pueden privar para que una persona no pase por un aula y obtenga un título; y ninguna de esas razones tenga nada que ver con su capacidad intelectual.

Volviendo a los CV que he estado poniendo en twitter y a los que nadie hizo mayor comentario (pero no dudo que la mayoria los leyó y no preguntó porque sabe la respuesta) el día de hoy consigo este mensaje de Jorge en mi cuenta de Facebook:

Jorge escribió: 
"¿ Y acaso sus curriculums" dicen realmente quienes son ellos ?".

¡BINGO!

La respuesta a la pregunta de Jorge es ¡NO! 

En efecto, un curriculum, unas notas, no dicen quién es la persona. Un curriculum solo demuestra que una persona cumplió con unos estudios, aprobó y obtuvo el titulo. Dice que es un profesional, infiriendo por tanto que queda acreditado como alguien instruido... nada más.

Un curriculum, un titulo, no hacen a una persona ni decente, ni honesta, ni de palabra, ni confiable, ni nada más allá que un profesional. 

Que ¿dónde está el punto? me preguntarán con fastidio.
Pues muy sencillo. El punto está en que eso reza PARA TODOS.

Porque si para muchos la decencia, los valores, la honestidad se sustentan únicamente en los titulos universitarios, entonces tendríamos que concluir, partiendo de esa falsa premisa, que TODO PROFESIONAL, sea quien sea, milite donde milite, es, POR DEFECTO, decente, honesto, confiable y, por ende, que toda persona que no tenga un titulo es deshonesto y oportunista.

Eso es como afirmar que todo el que tenga dinero o tenga apellidos rimbombantes es decente y confiable, y todo hijo de vecina es un oportunista mentiroso.

Pobre de todo aquel que así piense. Pobres de sus hijos. Porque quienes así piensan sustentan los valores sobre bases de arena, razón por la que poco podrán heredar a sus hijos en materia de verdaderos valores.

Razón tenía mi mamá cuando decía: 
La Universidad instruye... más NO EDUCA.

Y también decía:
Un título no hace a la persona... la persona hace al título.

Mensaje recibido.

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