martes, 4 de enero de 2011

Para entender


Para entender el valor de una hermana,
pregúntale a alguien
que no tenga una.
Para entender el valor de 10 años,
pregúntale a una pareja
recién divorciada.
Para entender el valor de 4 años,
pregúntale
a un recién graduado.
Para entender el valor de 1 año,
pregúntale a un estudiante
que fracasó en su examen final.
Para entender el valor de 9 meses,
pregúntale a una madre
que acaba de dar a luz un neonato.
Para entender el valor de 1 mes,
pregúntale a una madre
que acaba de dar a luz un bebé prematuro.
Para entender el valor de 1 semana,
pregúntale a un editor
de un periódico semanal.
Para entender el valor de 1 minuto,
pregúntale a alguien
que ha perdido el tren, el autobus o el avión.
Para entender el valor de 1 segundo,
pregúntale a alguien
que haya sobrevivido a un accidente.
El tiempo no espera por nadie.
Atesora cada momento que tienes.
Lo apreciarías más si lo compartes con ese ser especial.
Porque: para entender el valor
de un amigo o un ser querido,
basta con PERDERLO.
“La vida no será la fiesta que todos deseamos,
pero mientras estemos aquí, debemos bailar”.

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