viernes, 14 de enero de 2011

La usurpación comunista ¡va!


Por: Agustín Blanco Muñoz - @blancomunoz - Nuestro artículo "Viene lo peor" (Nota de Magda: ver artículo más abajo en este blog) ha producido muchas críticas. Predominan las que señalan que somos unos pesimistas-apocalípticos empeñados en atacar la salida electoral que, con toda seguridad, acabará con esta pesadilla en D/12. En la Cátedra ‘Pío Tamayo’ de la UCV hemos documentado y debatido sobre la secuencia de fraude-trampas inserta en la maquinaria del voto. No nos enfrentamos a la vía electoral sino a la burla que se hace con la misma. De modo que en este momento lo esencial es preguntar sobre las verdaderas posibilidades de salir de la pesadilla por efectos del voto en D/12. Hasta este momento esta destrucción del siglo XXI se ha mantenido sobre la base de una renta petrolera que financia el más grosero populismo y permite controlar una precaria mayoría a través del dominio que ejerce sobre el CNE. Pero ante un gasto público sin límites y un reparto externo destinado a subsidiar el presupuesto de varios países, esta renta se vuelve cada días más deficitaria. Hasta este momento, el régimen ha tomado la previsión de controlar todas las instituciones y convertir a las oposiciones en su propia columna vertebral. Sin embargo, ante la creciente crisis económica y social, el régimen ha configurado un escenario de salvación que contempla extremar las inversiones en reserva para que no haya fallas en el fraude-trampa de D/12. Una vez consumada esa nueva reelección, legitimada por las oposiciones y un candidato perdedor que dice ante el mundo (como un Rosales cualquiera) que reconoce el limpio triunfo de su adversario, el régimen procederá a tomar las medidas que le garanticen la estabilidad. Y ante la ola de descontentos, aumentará la represión-control legal. Se criminalizará más la protesta, señalando que se trata de la ‘guarimba desestabilizadora’. Para detener este creciente malestar, se impondrá, por una parte, la convocatoria a otra Asamblea Constituyente para definir este ex país como bolivariano-socialista-comunista y establecer un Jefe Único con todos los poderes para salvar la experiencia de la revolución del atentado de la contrarrevolución. Se cambiará la composición del Estado y se eliminarán las instituciones burguesas-capitalista, como una manera de corregir las debilidades en las que incurrieron las destrucciones del socialismo real. Así la Asamblea Nacional, eliminada en la práctica desde el momento en el cual el GP se da su Habilitante y asume las funciones de legislador por 18 meses, será sustituida por la Comuna Legislativa o la legislación popular. Pero esta arremetida, que supuestamente intentará detener el estallido popular, dará más espacio y profundidad a una violencia que no sabemos hasta dónde nos pueda llevar. Esto quiere decir, que el año 13, a 200 años de la Guerra a Muerte, puede tomar cuerpo una confrontación que marcará de manera indeleble la historia de esta sociedad. Difícil admitir que la violencia-destrucción pueda convertirse en el punto de partida para la recuperación de lo que volvimos un ex país. Pero mientras no se forje una nueva conciencia y condición de lo que somos y queremos como sociedad, será muy difícil que salgamos de las trampas tendidas para contribuir al mantenimiento de este proceso destructor. De no cambiar seguiremos formando parte del mismo colectivo puesto y dispuesto para servirle a las roscas que se comportan como dueños de esta historia. Y es que mientras no se avance en la conformación de una política que apunte hacia otros derroteros, le estaremos dando continuidad a la vieja y gastada forma de conducir una sociedad por los caminos de la usurpación continuada, sin ruptura. Y este es precisamente el punto en el cual puede dificultarse la acción de este proceso llamado bolivariano. Si no cuentan con los recursos necesarios para mantener el alto nivel de ‘populismo revolucionario’, una organización que ejerza una labor de preparación ideológica y política del colectivo y tenga más bien el registro de múltiples problemas internos encabezados por la implosión en el PSUV, será muy difícil que pueda mantenerse sin la aplicación de la violencia. ¿Pero hay algo que nos pueda librar de este camino e impedir, desviar o aligerar la violencia que estallaría el año 13? ¿Seguirá planteada aquí lo que podemos denominar como “historia inmóvil”, llamada a permanecer en un punto en el que predomina la muerte y la usurpación? La confusión es cada vez mayor. Y mientras el espacio de la democracia está usurpado por el régimen de destrucción del siglo XXI, se levantan unos tales “demócratas” empeñados en demostrar que hay salida electoral en esta ex república. Ya hasta tienen los nombres para unas tales primarias de las que saldrá el candidato llamado a vencer al GP en D/12. La comprensión de lo que aquí ocurre, lejos de aumentar disminuye con el correr de los días. Está claro entonces que no hay salida fácil y que la ‘usurpación comunista’ va y se afianza en este ex pais. El Universal, 14 de enero del 2011.

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