Un hombre estaba en muy mala situación económica. Parecía como si nada de lo que intentaba le diera resultado. Se sentía frustrado y bastante desalentado. Todo lo que tenia era una vaca vieja y flaca que había intentado vender muchas veces sin éxito. Cada día le contaba a quien podía de su situación, se quejaba y le ofrecía la vaca. Señora, cómpreme la vaquita, -proponía casi en tono de ruego- déme lo que sea, mire que estoy en muy mala situación. Señor -le ofrecía a otro- quédese con la vaca me la paga como sea, mire que necesito, que mi familia esta muy mal-. Y así nuestro hombre pasaba día tras día quejándose y rogando. En una ocasión un comerciante se compadeció y decidió ayudarlo para lo cual le ofreció colaborarle para vender la vaca. El mercader se paro en la calle, orgulloso y con voz firme y entusiasta empezó a decir a quienes pasaban por alli -Señoras y señores, que oportunidad, estamos ofreciendo esta ganga, esta rara posibilidad de adquirir, por un fabuloso precio, este hermoso animal. Produce 12 botellas de leche diarias, y eso que esta un poco flaca, que tal cuando engorde -enfatizaba-; ha tenido dos terneros premiados en las ferias locales y el precio es increíble. Poco a poco la gente se fue acercando intrigada por la propuesta del hábil mercader. Cuando varios preguntaron interesados por el precio de la vaca, el comerciante se acerco al dueño quien observaba con atención y le pregunto -bueno amigo, ya hay varios intensados al fin ¿En cuanto vende la vaca? El dueño de la vaca se paro recto, subió la cabeza con soberbia y respondió casi con desprecio -Ese animal tan bueno no lo vendo-.
¿Te quejas a veces de que tus cercanos no te complacen y el día que te ofrecen amistad, colaboración y hacen algo por tí, en vez de agradecer los desprecias, los invalidas, los humillas? ¿Te lamentas de que no tienes lo suficiente pero asumes actitudes de arrogancia o desprecio hacia las gracias y las oportunidades que te rodean? ¿Les pides a los demás que actúen, que sean eficientes o te colaboren pero cuando lo hacen te enfocas en lo que no hicieron en vez de ver lo que han hecho? ¿Valoras lo que los demás hacen por ti, se los dices, les expresas abierta y generosamente tu gratitud? Agradece y disfruta lo que tienes valorando y agradeciendo a los demás lo que hacen por tí.
¿Te quejas a veces de que tus cercanos no te complacen y el día que te ofrecen amistad, colaboración y hacen algo por tí, en vez de agradecer los desprecias, los invalidas, los humillas? ¿Te lamentas de que no tienes lo suficiente pero asumes actitudes de arrogancia o desprecio hacia las gracias y las oportunidades que te rodean? ¿Les pides a los demás que actúen, que sean eficientes o te colaboren pero cuando lo hacen te enfocas en lo que no hicieron en vez de ver lo que han hecho? ¿Valoras lo que los demás hacen por ti, se los dices, les expresas abierta y generosamente tu gratitud? Agradece y disfruta lo que tienes valorando y agradeciendo a los demás lo que hacen por tí.
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