martes, 14 de octubre de 2014

Carta pública de Arria y Taylhardat a los países de la Grulac


ND / Stephanie Méndez / 11 oct 2014.- A continuación una carta pública de Diego Arria y Adolfo Taylhardat a los 33 países del Grulac (Grupo de diálogo y Concertación, no vinculante, de todos los Países de América Latina y el Caribe), donde exponen su oposición a la postura de la Grulac ante la entrada de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU.
 
“Queremos dejar constancia pública (…) que este compromiso lo asumieron (los países de la Grulac) en pleno conocimiento de la realidad que sufrimos los venezolanos (…) Venezuela es el peor y más descalificado candidato para representar a América Latina y el Caribe”.

La Carta hace referencia a los motivos por los que Venezuela no debería entrar en representación de América Latina y el Caribe al Consejo de Seguridad de la ONU, por estar vinculado a personajes y grupos terroristas de la talla de Sadam Husein, Gadafi, al-Bashir, al-Asad, Ahmadineyad, Mugabe, e individuos pertenecientes a grupos radicales de Oriente Próximo; como Hezbolá y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC). Además de hacer mención a las políticas de estado aplicadas dentro de Venezuela que viola los derechos humanos de todo aquel que disida del régimen y la implicación de cinco generales venezolanos (afectos al gobierno de Maduro), en la Lista kingpin que mantiene Estados Unidos para todos aquellos cooperadores del tráfico de armas, de drogas y de lavado de dinero.
 
A continuación la Carta pública de Diego Arria y Adolfo Taylhardat:
 

Nosotros, Diego Arria y Adolfo Taylhardat, ex representantes Permanentes de Venezuela ante las Naciones Unidas, y los últimos representantes de nuestro país ante el Consejo de Seguridad nos permitimos dirigirnos a ustedes con motivo del endoso de la candidatura de Venezuela como miembro no permanente al Consejo de Seguridad para el periodo 2015-16.

Distinguidos Representantes Permanentes:
Lo hacemos con el corazón pesado convencidos que tal decisión tiene, como muchos, sino todos ustedes conocen, consecuencias de extraordinaria importancia para la paz y la seguridad internacionales. Y por supuesto para el propio prestigio del GRULAC en el seno de las Naciones Unidas en el infortunado caso de que esta candidatura reciba el voto favorable de la Asamblea General.


Si bien es cierto que las candidaturas que endosa el GRULAC se hacen a título individual la condición de representantes de la región compromete tanto al país endosado como al grupo regional que lo hace posible. Evidentemente el GRULAC está en pleno derecho de tomar esta decisión pero eso no implica de ninguna manera que se pueda desvincular o dejar de responsabilizarse por sus decisiones.
Distinguidos Representantes Permanentes:


La candidatura de Venezuela no podía presentarse en un peor momento, cuando fuerzas emergentes de la mayor peligrosidad amenazan la paz y la seguridad que tanta unidad necesita para hacerles frente. Precisamente, cuando el Consejo de Seguridad acaba de aprobar una resolución exigiendo a los países aprobar leyes que prohíban viajar al extranjero para unirse a grupos terroristas, o financiar esos esfuerzos.


En este particular es conocido que el régimen venezolano ha proporcionado credenciales y facilidades a individuos pertenecientes a grupos radicales de Oriente Próximo, incluyendo a Hezbolá. Igualmente está bien documentada su cooperación con los grupos narcoterroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC).


Esta práctica, sin duda delictiva, es tan alarmante que cinco generales venezolanos han sido incluidos por la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos en la Lista kingpin que mantiene para todos aquellos cooperadores del tráfico de armas, de drogas y de lavado de dinero. Dos de estos oficiales son actualmente gobernadores de los Estados de Guárico y Trujillo, y miembros activos del Partido Socialista Unido de Venezuela. (El partido del régimen).


Con todo respeto debemos destacar que no luce responsable que Gobiernos que con toda legitimidad exhiben credenciales democráticas, y que incluso han sufrido bajo el flagelo dictatorial militar, apoyen a un régimen que durante los últimos 15 años se ha asociado con algunos de los peores y más infames personajes como Sadam Husein, Gadafi, al-Bashir, al-Asad, Ahmadineyad y Mugabe. Violando en muchos casos disposiciones expresas del propio Consejo de Seguridad. Y votando contra decisiones casi unánimes de la Asamblea General.
 

Distinguidos Representantes Permanentes:
 

Los Estados no son entes abstractos. Están poblados de gente por lo que ustedes no deben ignorar que las prácticas aplicadas por las brutales dictaduras del pasado latinoamericano han regresado a Venezuela.
 

No hay enfrentamientos entre derechas o izquierdas, entre o socialismo versus capitalismo como falsamente argumenta el régimen venezolano. Lo que define hoy nuestra tragedia realidad es la política de estado que viola los derechos humanos de todo aquel que disienta del régimen, y estas violaciones son ejecutadas por miembros de la Fuerza Armada, de la Guardia Nacional y de cuerpos civiles y milicias armadas entrenadas por el régimen.
 

La comisión de delitos de lesa humanidad ha sido denunciada en la Corte Penal Internacional de la Haya. Primero en noviembre de 2011 contra Hugo Chávez quien falleció durante el proceso de investigaciones. En agosto próximo pasado la Alianza Parlamentaria Democrática de América (APDA) integrada por 300 diputados y senadores españoles y de América Latina presentó una denuncia contra Nicolás Maduro por la misma causa: delitos de lesa humanidad.
 

Es ampliamente reconocido el colapso de la democracia y del Estado de derecho, del linchamiento como modalidad judicial contra los disidentes, y de la tortura y la persecución como política de Estado debidamente documentadas en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, así como en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, y por grupos de defensa de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
 

En este particular dos casos son muy esclarecedores: el presidente Juan Manuel Santos, de Colombia, en su calidad de ministro de Defensa bajo el presidente Álvaro Uribe, documentó el rol criminal desempeñado por el régimen venezolano con las FARC, y aun a sabiendas de que tal asociación ha causado tanto sufrimiento a su propia gente, decidió dejar este gravísimo delito de lado para apoyar el régimen de Maduro.
 

Chile, que tanto se benefició de los anteriores Gobiernos democráticos venezolanos que ayudaron a liberar a dirigentes políticos prominentes del partido de la presidenta Bachelet presos por Pinochet, ni se inmuta al respaldar a un régimen igualmente militarizado.
 

Para concluir queremos recordarles que Venezuela ha pertenecido en cuatro ocasiones al Consejo de Seguridad. La última vez en 1992- 1993, cuando tuvimos el privilegio de ser los aquí firmantes sus representantes. Siempre votada por consenso, como reconocimiento a su acción confiable y responsable dentro de la comunidad internacional, así como por su acción como promotor y defensor activo de los derechos humanos y del derecho internacional.
 

Afortunadamente, a pesar del respaldo dado por ustedes a Venezuela, la decisión final para elegir a los representantes en el Consejo de Seguridad recae en la Asamblea General que confiamos entienda que esta candidatura del régimen venezolano no responde para nada al interés general de la comunidad internacional. Y que por lo contrario la infame realidad vigente en nuestro pais, junto con la inexistencia de la libertad de expresión, hace de Venezuela el peor y más descalificado candidato para representar a América Latina y el Caribe.
 

No somos ilusos para creer que ustedes vayan a cambiar su compromiso con el régimen tiránico y militarizado de Venezuela. 

Pero queremos dejar constancia pública ante sus parlamentos y sociedades en general que este compromiso lo asumieron en pleno conocimiento de la realidad que sufrimos los venezolanos ante la indiferencia colectiva de América Latina y el Caribe al que por tantos años la Venezuela democrática y libre del pasado les ayudó en sus propias causas.

¿Qué puede explicar semejante posición de los Gobiernos latinoamericanos y caribeños?


Nada debería poder explicarlo.


Con toda deferencia,
Diego E. Arria Adolfo Taylhardat
Caracas 10 de octubre de 2014

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