martes, 22 de septiembre de 2015

Lecciones para limpiar como un budista

Texto: Bárbara Asnaghi
http://vidasana.yahoo.com



Si intentas juntar energías para darte a la tarea de desempolvar y limpiar cada rincón del hogar, pero siempre encuentras algo mejor que hacer, lee esta nota. Al parecer, los monjes budistas le darían a la limpieza de la casa un significado profundo, que podría serte de ayuda. Te lo revelamos.



El significado de la limpieza espiritual

Limpiar el templo es una de las tareas espirituales en el centro budista en donde vive el monje tibetano Tulku Thondup, como cuenta en uno de sus relatos, publicados en su sitio web. ¿Por qué? “Si supiéramos la virtud, el mérito y el propósito de limpiar, seríamos capaces de apreciar la tarea como un privilegio en vez de una carga. No nos parecerá más un trabajo sucio, sino una oportunidad de practicar la meditación de una forma única. Podría convertirse incluso, en una fuente increíble de beneficios, y una forma de crecer en fuerza espiritual, mental y emocional”, señala Thondup.

Pero el budista no se refiere solamente al templo, sino a los hogares individuales de las personas. Así, limpiar podría transformar nuestras vidas, si lo tomamos como un trabajo espiritual. También podría convertirse en una forma de liberar la mente y despejarla de los problemas.

Toma nota de los consejos para limpiar la casa, del monje budista japonés Keisuke Matsumoto, según la agencia de noticias EFE, y recogidos por el diario La Vanguardia de México.

1. “Quienes no cuidan los objetos, tampoco cuidan de las personas”. Como los objetos han sido creados con esfuerzo y dedicación,  al limpiar, debemos tratarlos con cuidado.
2. Se debe ser agradecido con las cosas que nos han servido en algún momento. Lo que no se usa, debe ser reciclado y dado a alguien que pueda hacer buen uso de ellas.

3. La limpieza debe hacerse a primera hora de la mañana. “Si empezamos en silencio, rodeados por la calma, cuando la vegetación y las personas de alrededor aún duermen, nuestro corazón se sentirá en paz, y nuestra mente, despejada”. Por la noche, antes de dormir, se debe juntar todo y ordenarlo, para poder empezar la limpieza al día siguiente. Aunque cueste al inicio, esta práctica permitirá que tu cuerpo y espíritu estén “despejados” durante todo el día.

4.  Antes de limpiar, abre las ventanas y ventila para purificar el aire. El aire puro abrirá también tus ganas de limpiar y de empezar un nuevo día. Así, “entrarás en contacto con la fragilidad humana, la naturaleza y la fuerza de la vida”, según Matsumoto.

8. Recoge los platos después de las comidas, desecha la basura orgánica, evita que se acumule el agua en sitios y recipientes y poda bien la vegetación. Así, no tendrás que matar insectos innecesariamente.

9. Céntrate en el presente, y recuerda el dicho: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.

10. Divide las tareas de limpieza con el resto de la familia, ya que es una forma de valorar lo que los demás hacen por uno. Esto nos ayudaría a comprender que nuestras existencias dependen unas de otras.

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