lunes, 16 de diciembre de 2013

La perversión lingüística










La resistencia al poder ya consiste en saber hablar español. No ceder ante errores lingüísticos intencionales pronunciados desde la jefatura de gobierno es el modo más básico de no caer en el terreno de juego del chavismo, un juego en el que tienen experiencia por su forma de razonar cínicamente. El que hable de guerra económica, precio justo, saboteo, “yo sí soy majunche”… está cayendo ingenuamente en esas arenas movedizas, está siendo marioneta de un nuevo lenguaje impuesto, un metalenguaje, una neolengua orwelliana.

La perversión lingüística que propone el poder no es en absoluto gratuita. Todo corresponde a una estrategia clara: dominar el lenguaje del pensamiento disidente. En la novela de George Orwell, 1984, se retrata una sociedad totalitaria donde hay una neolengua, una lengua paralela que reduce las palabras del idioma original al máximo, para hacer al pensamiento lo más limitado posible. En 1984, a las personas muertas se les llama nopersonas, a las desaparecidas vaporizadas y al simple acto de reinterpretar o de dar nuevos significados se le califica de crimen mental, un crimental llamado doblepensar. ¿Cómo no recordar ahora al vaporizado general Lozada Saavedra y al detenido coordinador de giras del Comando Simón Bolívar, Alejandro Silva, si para la Fiscal General, lo que ocurrió con Silva no fue una detención sino una “entrevista”?



El poder nos quiere hacer creer que no es poder. Así evade la responsabilidad de su ineficiencia. El gobierno denuncia a la Mesa de la Unidad Democrática como si fuese gobierno: el sistema eléctrico es responsabilidad del ministro chavista Jesse Chacón, pero cuando hay apagones nacionales, por falta de mantenimiento, se acusa a la oposición de organizar y ejecutar “saboteos eléctricos” (se dice sabotaje, no saboteo). Así mismo, el precio del dólar paralelo es provocado por los controles estatales, pero Nicolás Maduro evade la responsabilidad y le echa la culpa a dolartoday.com y lo intenta cerrar para que el precio baje. Eso es como que asesinen a un inocente en la calle y en vez de responsabilizar al homicida, culpen al medio de comunicación que publicó la noticia. (Con esta última comparación intenté hacer una reducción al absurdo, pero me topé con un ejemplo real; la realidad es abrumadoramente absurda, mas no hay que rendirse a mantenerse lúcido; lo intento de nuevo: algún día no le echarán la culpa del asesinato al medio, sino al urbanista que diseñó la calle, luego incriminarán a los españoles por haber descubierto América y por último culparán a Dios por haber inventado a Adán y Eva).

Intentan crear la idea de que los poderes públicos no están vilmente al servicio del chavismo. Por ejemplo, despotrican de Henrique Capriles por “deberle 11 muertos” a la justicia venezolana. Diosdado Cabello lo reclamó en la rueda de prensa del 8 de diciembre y Jorge Rodríguez lo repitió el 14 de diciembre, casi quejándose del halo de impunidad que tiene la dirigencia opositora… lo cual no habla nada bien de cómo administra la justicia su partido. Promulgan una Ley Habilitante contra la corrupción y logran los votos necesarios sobornando, corrompiendo, a dos diputados opositores. Cuando maldicen al otro, lo describen con proyecciones de sí mismos. Como si dijeran todos los defectos que ven en el espejo.

El gobierno malhablado nos seduce a que caigamos en “los y las”. Los venezolanos y las venezolanas. Millones y millonas. Hombres y mujeres. No podemos resbalarnos. En español, el neutro se pronuncia como masculino; cuando decimos “los venezolanos”, las venezolanas están incluidas en esas dos o. Usar el género femenino es una perversión que supuestamente demuestra que el gobierno defiende a la mujer oprimida y está en contra del lenguaje “sexista”. Hay que dejar bien claro que esa falsedad, esa hipocresía, la contradicen sus acciones y su discurso, pues el Presidente no solo le dice a su esposa que sea disciplinada y cumpla órdenes, sino que el partido de gobierno lanza como candidatos a alcaldes a Winston Vallenilla, un animador de un programa televisivo sexista conocido por consignas como “mujeres a la cocina”, y a Antonio “El Potro” Álvarez, un cantante conocido por golpearle a las mujeres y mostrarlas como objeto sexual.
Ante este enemigo (el poder es siempre enemigo) todopoderoso, milmillonario, prepotente, abusivo, corrupto, cínico… ¿qué hacer? Yo propongo confrontarlo con la realidad.

El humor puede revelar verdades jugando con nociones implícitas, con suposiciones que tenemos sobre la normalidad. Confrontarlos con la realidad consiste en revelar sus contradicciones, sus valores, su incoherencia entre el decir y el hacer, sus promesas incumplidas, sus omisiones, sus eufemismos a través de la ridiculización, de la ironía, de la sátira, del humorismo fino. No hablo de burlarse de Maduro por “bruto”, pues aunque de eso tiene mucho, tiene más de perverso. Hablo de revelar su perversión y de humillar al ideologizado, al idiota que sabe que vive jodido por el gobierno y aún así lo sigue apoyando. Hay que interpelar al chavista, siguiendo la lógica de su cinismo: Si Capriles mató a 11 personas ¿por qué no está preso? Si el homicida de Capriles sigue suelto, es porque el gobierno es su cómplice. Voltearles la tortilla de su propio relato falaz y mentiroso: confrontarlos con la realidad. Lo mismo con la guerra económica, con el precio justo, con el sabotaje eléctrico…

No puedo terminar este artículo sin hacer una breve parodia de la lógica de la perversión lingüística del poder, basándome en sus declaraciones recientes.

“Buenas noches, hombres y hombreras de esta patria grande. Estamos en cadena nacional de radio y televisión, una cadena democrática, llena de armas pacíficas y militares civiles. Vamos a estar aquí el rato y la rata de Diosdado me dijo que la Ley Habilitante ya fue aprobada, en Asamblea, en discusión, en debate popular, luego de que se lo ordené. Logramos convencer dinerariamente a dos diputados de oposición, luego de allanarle la inmunidad parlamentaria a la diputada Aranguren, que era de la patria y que luego de irse con la antipatria descubrimos que era corrupta. Por eso necesitamos esta Ley Habilitante contra la corrupción. Yo me pregunté el otro día, ¿si logramos quitarle la inmunidad por corrupta, para qué necesitamos la Ley Habilitante contra la corrupción, para qué necesito otra ley si ya hay una que se encarga de eso? Pero luego me callé cuando recordé la orden del Comandante Supremo y Eterno: no te hagas preguntas en público.

Desde 2010 tenemos aprobada la Ley Anti-talanquera, pero no la aplicamos con Hernán Núñez y William Ojeda, ni siquiera con la propia Aranguren, porque cuando la decretamos, la oposición dijo que era una Ley anticonstitucional y nosotros actuamos como nos enseñó Chávez: “dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada”. Es decir, todas las leyes anticonstitucionales están dentro de la Constitución.

Vamos a ver qué me escriben por aquí, por el twitter. “Maburro, te caíste de la bicicleta”. La gente se anda burlando de mí porque yo y que me caí de la bicicleta, cuando eso no fue así. La burguesía, encabezada por la trilogía del mal, intenta posicionar la matriz de opinión de que yo soy débil y con sus medios de comunicación tergiversan los hechos, la información verdadera. Lo que pasó esa tarde fue que la Ley de la Gravedad me tumbó sin pedirme permiso. Fue lo mismo que le dijo el camarada Ernesto Villegas: en el país no hay saqueos, sino compras sin pagar.

Compañero Diosdado, le vuelvo a agradecer públicamente por esta Ley Habilitante, porque con ella voy a decretar una nueva Ley de Gravedad Antimagnicida y Antigolpista, que no busque tumbar al jefe de Estado. Y si los burgueses quieren seguir cumpliendo la Ley de Gravedad actual, haciendo caso omiso de la autoridad legítima de nuestro gobierno, les vamos a hacer lo que dijo mi admirado Al Capone: “usted puede conseguir más con una palabra amable y una pistola que lo que se puede con solo una palabra amable”. Hay que aprender de los grandes filósofos, hay que leer.”

No puedo culminar esta nota sin pesimismo, augurando malas nuevas. Ante la hegemonía comunicacional y mediática del Estado, ante la censura, la autocensura y las presiones gubernamentales (no otorgan divisas para comprar rotativas, hay escasez de papel para periódico) es evidente que la intención es seguir profundizando un proyecto político avasallante que excluye totalmente a los disidentes. No me cabe duda de que en algún momento van a obligar a los medios a decir, por ejemplo, “primera combatiente” y “presidente obrero”, o pricombatiente y presiobrero, en neolengua orwelliana. En ese momento, cuando el poder se apropie de nuestro lenguaje, solo el humor y sus juegos polisémicos podrán mantenernos atrapados en la realidad, mientras que otros celebran una fantasiosa “revolución” emancipadora gritando juramentos a un “Cristo redentor”, ofreciendo su libertad por un “libertador del siglo 21” y cantando canciones de frenética alabanza a un “comandante supremo”.

PD: Trilogía se refiere a un conjunto de obras de arte. Así como saboteo no existe, trilogía tampoco.

Tomado de: http://masseriecito.wordpress.com

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