Por: Michael Esch
Todo el tiempo oímos a miembros de las anteriores generaciones decir que los jóvenes actuales necesitan madurar. Algunos han dicho que no les importa que tengan estudios universitarios sino que sólo se vayan de las casas de sus padres. Que las generaciones actuales necesitan asumir la responsabilidad personal por sus vidas. Oímos que la gente joven de ahora carece de ética del trabajo y que andan por la vida sintiéndose con derecho a todo. En su mayor parte, estos reclamos son correctos. Pero son resultado de una generación de padres que reforzaron ideas socialistas en casa.
El Socialismo es la idea según la cual todos son responsables por todos los demás. Nadie en la comunidad debería tener más que otra persona sin importar cuál sea su productividad. Si alguien fuera a hacer más dinero que la figura de autoridad, el gobierno, se redistribuiría ese dinero entre la gente necesitada.
A continuación explico seis formas en que los padres instilan valores socialistas a sus hijos.
1) COMPARTIR
Forzar a los niños a compartir es la forma más perezosa ejercer la paternidad. Un padre oye a dos hijos pelear por un juguete y entra en la habitación gritando a sus hijos que compartan los juguetes y luego se va. Los padres que hacen esto están enseñando a sus hijos que cada vez que alguien llegue a robar sus posesiones, deben entregarlas. Si te aferras a tu propiedad, entonces la figura de autoridad aparecerá para castigarte.
Solución:
Enseñe a sus hijos que no se permite robar. Si un niño está jugando con un juguete en la casa, entonces es suyo, y no tienen porqué compartirlo. Simplifique las reglas de la casa haciendo más fácil a los niños distinguir lo correcto de lo que no. Los niños comparten de forma natural porque son seres sociales. Ellos quieren jugar con otros, y la única forma de hacerlo es compartir. Compartir es bueno cuando es algo elegido libremente pero cuando es impuesto es antinatural y suele llevar a riñas. Reduzca el conflicto en su casa impiendo el robar.
2) ENSEÑAR OBEDIENCIA
Cuando un padre dice “porque yo lo digo”, le está enseñando a sus hijos obediencia ciega. Esto es una forma de paternidad perezosa. Refuerza la idea de que un niño no tiene nada que decir en la vida de sus padres. También refuerza el que tengan que obedecer sin importar nada. Como hijos, crecer oyendo esta frase puede resultar en algunos de los mas atroces crímenes cuya defensa ante un tribunal suele ser: “Yo sólo seguía órdenes”.
Solución:
Los padres deberían explicar sus decisiones a sus hijos. A medida que el niño crece, debería tener más control en la toma de decisiones. También, si quiere enseñar a su hijo responsabilidad personal, entonces permítale a su hijo tomar pobres decisiones como una lección de aprendizaje. Si, a veces puede ser estresante, pero resulta en un niño que se hace cargo de su propia vida y aprende a tratar con las consecuencias de sus actos.
3) FUERZA INNECESARIA
A veces, cuando un niño no es obediente, es fácil recurrir a la fuerza innecesaria para obtener conformidad ante las reglas. Cuando los castigos son demasiado duros un padre puede usualmente manipular al niño para que haga casi todo. Esto le enseña al niño que los castigos nunca llegarán demasiado lejos. Luego de crecer en medio de duros castigos, no sorprende que muchos estén de acuerdo con gobiernos que torturan a los prisioneros.
Solución:
Hay consecuencias naturales a toda acción que emprendamos. Como padres, deberíamos intentar imitar dichas consecuencias naturales. Si juanito golpea a su hermana, no se le debe permitir jugar con ella. Esta es una consecuencia natural. De este modo, los niños creceran para hacerse mas sensibles a las injusticias en el mundo.
4) GERENCIAR LOS JUEGOS
En una sociedad socialista, hay un negocio que provee un solo producto. La competencia está restringida, si es que no prohibida, porque promueve el obtener ganancias. Por tanto, las escuelas determinan como un niño puede servir mejor a la comunidad. Luego el niño es puesto en esa ocupación. Esto se está aceptando cada vez mas porque así los padres están gerenciando el juego de los niños o su tradicional “tiempo libre”.
Un niño en edad escolar despierta, va a la escuela durante 8 horas. En la escuela, se le dice que leer, que ver, qué estudiar. Luego van a educación física donde se les dice como jugar. Luego nos preguntamos porque están sentados por allí “aburridos” todo el tiempo. Nunca se les da la oportunidad de explorar sus propias decisiones.
Solución:
¡Dele a su hijo más libertad! Permitale decidir que quiere aprender. Permítale decidir que quiere jugar. Permitale explorar su curiosidad. Mientras el niño crezca en esta libertad así también lo hará su potencial de aprendizaje. Los niños aprenderán de forma natural a tomar responsabilidad por el uso de su tiempo.
5) LABORES SIN COMPENSACIONES
A muchos niños se les da labores semanales y diarias sin ninguna compensación. Algunos padres dicen que ellos pagan a sus hijos con albergue y comida. Esto no es verdad porque si el niño no hace el trabajo, el padre le seguirá proveyendo albergue y comida. Esto refuerza valores socialistas de que no importa lo que hagas, igual se te dará albergue y comida.
Solución:
Enseñe a su hijo como hacer un trato. Las labores deberían asemejarse a un trabajo y con el trabajo, hay compensación. Esto no significa que a su hijo se le debería dar una subvención semanal. Sólo significa que debería haber un intercambio por su trabajo y su tiempo. Enseñar que su trabajo y tiempo tienen un valor es bueno para formar una ética del trabajo.
6) SIN OPCIONES
Bernie Sanders, un candidato presidencial abiertamente socialista, dijo hace poco que debería haber una sola marca y tipo de desodorante. En una sociedad socialista, no hay elección. Los padres que no les dan opciones a sus hijos refuerzan la idea que la autoridad sabe lo que es mejor para el individuo y que los niños deben confiar en ellos para toda decisión.
Solución:
Dele a sus hijos libertad de elección. Cuando coman el desayuno, permítales elegir lo que quieren comer. Cuando planeen unas vacaciones o salgan a comer, deje que los niños tengan una voz democrática en la toma de decisiones. Esto le enseña a los niños a tener una opinión y defenderla. Al permitirle a su niño de forma consistente el elegir, aprenden el valor de la libertad, lo que quieren en la vida y cómo obtenerlo.
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