Por: Hiram Aguilar Espina - @aguilarespina -
El nombre de Rigoberto Colina García, de 28 años, ha levantado una polvareda en las redes sociales, luego de la tragedia ocurrida la madrugada del sabado en Amuay, estado Falcón. Él y cuatro compañeros más perdieron la vida por lo que sus amigos consideran “negligencia del Gobierno” y de la empresa Puramin C. A., donde laboraban.
Desde la compañia, dedicada al envasado y comercialización de lubricantes industriales, ubicada al lado del Centro Refinador Paraguaná, Colina realizó su úlitma actualización de estado en el Blackberry Messenger, horas antes de la fatídica explosión.
El mensaje personal decía textualmente: “Gas Metano a 24% Gas H2S (sulfuro de hidrógeno) 4% Nos estamos muriendo”. De esa forma lo escribió la tarde del viernes, luego de realizar la respectiva medición con los instrumentos que usaba, sin esperar que su sentencia llegara a cumplirse.
Desafortunadamente, a la 1:11 de la madrugada del sábado el infierno que se desató en Amuay lo alcanzó, junto con sus compañeros Asdrúbal Molina, Braulio Isea, Carlos Pelayo y Domingo Gómez, todos empleados de Puramin.
Recibieron una muerte fulminante, producto de la explosión, según expertos equivalente a un quinceavo de la potencia de la bomba atómica lanzada en Hiroshima, Japón, en 1945
También Elio Gómez, otro empleado de Puramin, resultó afectado y lucha contra la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Policlínica Paraguaná.
Sueños rotos
Colina se desempeñaba como almacenista y cumpliría los 29 años el próximo 5 de diciembre. Su novia, Francys Rodríguez, abrumada por el dolor, condenó la negligencia de la empresa Puramin: “Ellos habían desalojado al personal diurno a las 11 y permitieron que los de la siguiente jornada trabajaran en esas condiciones”.
Desde octubre pasado, Rodríguez estaba conviviendo con el amor de su vida, con quien llegaría a cuatro años de unión el 16 de diciembre. Estaban construyendo una casa, pues pronto pensaban legalizar sus lazos. Lamentablemente, la irresponsabilidad en el correcto mantenimiento de las instalaciones petroleras estatales destruyó sus sueños.
La joven realizó el mayor esfuerzo para responder las preguntas a Revista República, puesto que desde la madrugada del sábado no había podido descansar. Finalmente expresó: “Espero que se haga justicia, porque allí murió mucha gente inocente”.
Por otro lado, Carlos Carrasquero, quien también trabajaba en la sede de la empresa devastada por el siniestro, rechazó la actitud del Presidente de la República, Hugo Chávez, pues negó este domingo en cadena de radio y televisión la versión de los fuertes olores que advertían la desgracia.
Así lo escribió Carrasquero en su cuenta de Twitter, @krlosmusica: “@chavezcandanga sí habia olor a gas! Soy trabajador de la extinta empresa Puramin y a la 1pm del 24/08 nos desalojaron x los gases!!”, confirmando lo dicho por Francys.
Por otro lado, María Mercedes Naranjo, adscrita al departamento de
Recursos Humanos de Puramin, lamentó la situación y criticó la actitud
presidencial: “Niega todo, dice que no hay saqueos, que todo está
controlado, y eso es falso. ¿Por qué no fue a Puramin, para que vea cómo
quedó? Quizás porque es una empresa privada y no le importa”.
Igualmente, advirtió que, además del luto que los embarga, unos 150 empleados quedaron cesantes, por la destrucción de la empresa, como lo muestra la imagen del almacén, donde se desempeñaba Colina. “Es triste y decepcionante que tantas personas queden sin sus seres queridos y, de paso, sin trabajo. No sabemos qué va a pasar con nosotros”, lamentó Naranjo.
Historia de Rigoberto Colina sacude caso Amuay: “Gas metano a 24%, nos estamos muriendo”
El nombre de Rigoberto Colina García, de 28 años, ha levantado una polvareda en las redes sociales, luego de la tragedia ocurrida la madrugada del sabado en Amuay, estado Falcón. Él y cuatro compañeros más perdieron la vida por lo que sus amigos consideran “negligencia del Gobierno” y de la empresa Puramin C. A., donde laboraban.
Desde la compañia, dedicada al envasado y comercialización de lubricantes industriales, ubicada al lado del Centro Refinador Paraguaná, Colina realizó su úlitma actualización de estado en el Blackberry Messenger, horas antes de la fatídica explosión.
El mensaje personal decía textualmente: “Gas Metano a 24% Gas H2S (sulfuro de hidrógeno) 4% Nos estamos muriendo”. De esa forma lo escribió la tarde del viernes, luego de realizar la respectiva medición con los instrumentos que usaba, sin esperar que su sentencia llegara a cumplirse.
Desafortunadamente, a la 1:11 de la madrugada del sábado el infierno que se desató en Amuay lo alcanzó, junto con sus compañeros Asdrúbal Molina, Braulio Isea, Carlos Pelayo y Domingo Gómez, todos empleados de Puramin.
Recibieron una muerte fulminante, producto de la explosión, según expertos equivalente a un quinceavo de la potencia de la bomba atómica lanzada en Hiroshima, Japón, en 1945
También Elio Gómez, otro empleado de Puramin, resultó afectado y lucha contra la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Policlínica Paraguaná.
Sueños rotos
Colina se desempeñaba como almacenista y cumpliría los 29 años el próximo 5 de diciembre. Su novia, Francys Rodríguez, abrumada por el dolor, condenó la negligencia de la empresa Puramin: “Ellos habían desalojado al personal diurno a las 11 y permitieron que los de la siguiente jornada trabajaran en esas condiciones”.
Desde octubre pasado, Rodríguez estaba conviviendo con el amor de su vida, con quien llegaría a cuatro años de unión el 16 de diciembre. Estaban construyendo una casa, pues pronto pensaban legalizar sus lazos. Lamentablemente, la irresponsabilidad en el correcto mantenimiento de las instalaciones petroleras estatales destruyó sus sueños.
La joven realizó el mayor esfuerzo para responder las preguntas a Revista República, puesto que desde la madrugada del sábado no había podido descansar. Finalmente expresó: “Espero que se haga justicia, porque allí murió mucha gente inocente”.
Por otro lado, Carlos Carrasquero, quien también trabajaba en la sede de la empresa devastada por el siniestro, rechazó la actitud del Presidente de la República, Hugo Chávez, pues negó este domingo en cadena de radio y televisión la versión de los fuertes olores que advertían la desgracia.
Así lo escribió Carrasquero en su cuenta de Twitter, @krlosmusica: “@chavezcandanga sí habia olor a gas! Soy trabajador de la extinta empresa Puramin y a la 1pm del 24/08 nos desalojaron x los gases!!”, confirmando lo dicho por Francys.
De duelo y sin empleo
Igualmente, advirtió que, además del luto que los embarga, unos 150 empleados quedaron cesantes, por la destrucción de la empresa, como lo muestra la imagen del almacén, donde se desempeñaba Colina. “Es triste y decepcionante que tantas personas queden sin sus seres queridos y, de paso, sin trabajo. No sabemos qué va a pasar con nosotros”, lamentó Naranjo.
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