Recuerda Jalees Rehman en su web una pequeña historia que suelen enseñar en la tradición musulmana.
Se cuenta que un día el profeta Mahoma le pregunta a un beduino por qué deja su camello sin atar aún corriendo el riesgo de que se escape y desaparezca. Cuando el beduino le dice que lo hace por su confianza en dios, Mahoma le explica que primero debe atar al camello y luego confiar en dios, un consejo que se da en otras religiones para no caer en la trampa de dejar de comportarse racionalmente en los actos diarios solo porque se cree en un ser superior.
Para el primer experimento el equipo de Daniella Kupor compró varios anuncios en internet y comprobó la tasa de éxito en función de la presencia de la palabra "dios" en el texto. Los anuncios se visualizaron 452.000 veces en diversos sitios y redes sociales y fueron visualizados por personas mayores de 18 años en Estados Unidos. El primer banner contratado anunciaba un curso de paracaidismo de dos maneras.
La primera con dios:
¡Increíble paracaidismo!
Dios sabe lo que te estás perdiendo. Encuentra cursos de paracaidismo cerca de ti. Pincha aquí y ¡siente la maravilla!
Y la segunda sin dios:
¡Increíble paracaidismo!
No sabes lo que te estás perdiendo. Encuentra cursos de paracidismo cerca de ti. Pincha aquí y ¡siente la maravilla!
El porcentaje de usuarios que pinchó en el anuncio con Dios era significativamente mayor que el de los que pincharon en el anuncio estándar, pero podía darse la circunstancia de que la presencia de una apelación tan poco habitual llamara la curiosidad de los internautas. Así que se puso otro anuncio, esta vez uno en el que lo ofrecido era de dudosa moral:
¡Aprende cómo sobornar!
¡Dios sabe lo que te estás perdiendo! Aprende cómo sobornar con poco riesgo de que te pillen.
Y la segunda versión:
¡Aprende cómo sobornar!
¡No sabes lo que te estás perdiendo! Aprende cómo sobornar con poco riesgo de que te pillen.
En este caso la versión que contenía "Dios" obtuvo un porcentaje mucho menor que la versión estándar, lo que hace pensar a los investigadores que quizá la presencia de la palabra hace a la gente no pinchar por tratarse de algo inmoral. Para comprender mejor lo que pasaba, diseñaron un nuevo experimento que consistía en reclutar a voluntarios y de manera presencial hacerles una serie de preguntas después de que vieran unos colores. A todos se les daban dos opciones: una por la que recibían dinero y otra gratis y se les explicaba que la prueba retribuida podía dañar los ojos del participante. Con estos precedentes, se les entregaba un texto antes de la prueba: a unos se les daba un texto científico sobre la clasificación de los planetas y a otros un texto religioso hablando de la omnipotencia de Dios.
Tal y como habían predicho los investigadores, una parte muy significativa de las personas que leyeron el texto de Dios (96%) optaron por la prueba arriesgada, frente al 86% del grupo de control. Leer sobre dios producía aparentemente una mayor propensión a llevar a cabo una conducta arriesgada y exponerse a un daño potencial.
¿Quiere esto decir que las personas creyentes se arriesgan más?
Esa sería una conclusión errónea porque entre otras limitaciones, el estudio no preguntó a las personas cuáles eran sus creencias. Los porcentajes de diferencia tampoco son demasiado significativos de manera global para sacar grandes conclusiones, pero sí apuntan una línea de trabajo muy interesante y dan pistas sobre la posibilidad de que el mero hecho de mencionar a dios haga que algunas personas se sientan más confiadas y bajen la guardia. Mientras se hacen más estudios, no olviden atar su camello por muy firmes que sean sus creencias religiosas.
Referencia: Anticipating Divine Protection? Reminders of God Can Increase Nonmoral Risk Taking, Psychological Science doi: 10.1177/0956797614563108 | Vía: DOES THINKING ABOUT GOD INCREASE OUR WILLINGNESS TO MAKE RISKY DECISIONS? (3quarksdaily)
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