De: Antonio Martínez Ron | Neurolab | Ciencia curiosa
Millones de personas dedican cada día un rato de su vida a la meditación, buscan un espacio tranquilo y juegan a dejar su mente en blanco y a controlar la respiración. Para practicar estos ejercicios existen dos estrategias muy distintas. Por un lado están los que meditan y enfocan todo su pensamiento en algo muy concreto, como su propia respiración, y por otro los que dejan su mente vagar más libremente, tratando de no centrarse en nada o de alcanzar lo que algunas religiones llaman "conciencia plena".
El equipo de Svend Davanger, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) , ha dirigido un estudio con 14 sujetos expertos en meditación a los que han realizado escáneres de resonancia magnética funcional. Lo que muestran los resultados, publicados en la revista Frontiers in Human Neuroscience, es que el cerebro se comporta justo de la manera en que los científicos no esperaban: cuando el sujeto está muy concentrado hay menos actividad cerebral que cuando el sujeto deja su mente vagar.
El proceso se aprecia muy bien en la imagen que tenéis a continuación. Las resonancias de la izquierda representan la actividad cerebral durante la meditación enfocada y las de la derecha, la actividad durante la meditación en las que se deja vagar la mente.
"Me sorprendió que la actividad fuera mayor cuando los pensamientos de la persona vagaban libremente que cuando se concentraba intensamente", asegura Jian Xu, que supervisa la investigación. "Cuando los sujetos dejaban de hacer una actividad específica y no estaban haciendo nada especial", añade, "se producía un aumento de la actividad en las áreas del cerebro donde procesamos ideas y sentimientos. Es como si fuera una red de descanso".
¿Lo más sorprendente? Pues que en la actividad mental durante la meditación no enfocada el cerebro está más activo que cuando estamos simplemente descansando. Aunque aún no se pueden sacar conclusiones, los científicos investigan si esta actividad neuronal pertenece a lo que algunos llaman "red neuronal por defecto" y tratan de entender mejor qué patrones sigue nuestro cerebro cuando nos esforzamos por dejarlo en blanco.
Referencia. Nondirective meditation activates default mode network and areas associated with memory retrieval and emotional processing (Frontiers in Human Neuroscience) | Imagen: Schwarzkaefer (Flickr, CC)
Millones de personas dedican cada día un rato de su vida a la meditación, buscan un espacio tranquilo y juegan a dejar su mente en blanco y a controlar la respiración. Para practicar estos ejercicios existen dos estrategias muy distintas. Por un lado están los que meditan y enfocan todo su pensamiento en algo muy concreto, como su propia respiración, y por otro los que dejan su mente vagar más libremente, tratando de no centrarse en nada o de alcanzar lo que algunas religiones llaman "conciencia plena".
El equipo de Svend Davanger, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) , ha dirigido un estudio con 14 sujetos expertos en meditación a los que han realizado escáneres de resonancia magnética funcional. Lo que muestran los resultados, publicados en la revista Frontiers in Human Neuroscience, es que el cerebro se comporta justo de la manera en que los científicos no esperaban: cuando el sujeto está muy concentrado hay menos actividad cerebral que cuando el sujeto deja su mente vagar.
El proceso se aprecia muy bien en la imagen que tenéis a continuación. Las resonancias de la izquierda representan la actividad cerebral durante la meditación enfocada y las de la derecha, la actividad durante la meditación en las que se deja vagar la mente.
"Me sorprendió que la actividad fuera mayor cuando los pensamientos de la persona vagaban libremente que cuando se concentraba intensamente", asegura Jian Xu, que supervisa la investigación. "Cuando los sujetos dejaban de hacer una actividad específica y no estaban haciendo nada especial", añade, "se producía un aumento de la actividad en las áreas del cerebro donde procesamos ideas y sentimientos. Es como si fuera una red de descanso".
¿Lo más sorprendente? Pues que en la actividad mental durante la meditación no enfocada el cerebro está más activo que cuando estamos simplemente descansando. Aunque aún no se pueden sacar conclusiones, los científicos investigan si esta actividad neuronal pertenece a lo que algunos llaman "red neuronal por defecto" y tratan de entender mejor qué patrones sigue nuestro cerebro cuando nos esforzamos por dejarlo en blanco.
Referencia. Nondirective meditation activates default mode network and areas associated with memory retrieval and emotional processing (Frontiers in Human Neuroscience) | Imagen: Schwarzkaefer (Flickr, CC)
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