15-9-2007
Por: Magda Mascioli G.
Estamos perdiendo poco a poco los personajes que han dado tanto a nuestro paìs y a quienes indiscutiblemente, nunca supimos apreciar en justa medida y dimensiòn por aquello de que "estaban allì" simplemente, y nos consideramos merecedores de todo olvidando agradecer tantas bendiciones. Algunos de ellos para cerrar sus carreras tuvieron que irse a otro paìses porque aquì ni siquiera les permitieron hacerlo en el Teresa Carreño (y no estoy hablando de los tiempos del règimen actual).
Pobres de nosotros los venezolanos; un pueblo rico, pero ciertamente paupèrrimo en lo que respecta a los verdaderos, profundos e invaluables valores humanos. Muy lejos estamos de poder terminar con una situación que no surgió de la nada sino que fue moldeada por todos y cada uno de nosotros, en mayor o menor grado, en cada irrespeto, en cada infracciòn, en cada irresponsabilidad, en cada ignorancia de la ley, en cada "viveza venezolana" que no es otra cosa sino la representación palpable de ausencia total de respeto mínimo por uno mismo y por los demàs.
El dìa de hoy hemos perdido a uno de nuestros valores patrios más insignes como lo fue el Maestro Aldemaro Romero. Ahora veremos día a día, interminables programas de reconocimiento que ya no sirven de nada porque el verdadero reconocimiento, el real tributo que hubièramos podido darle no es hacer un programa o darle una placa póstumos, el verdadero reconocimiento que estoy segura hubiera agradecido mucho más el Maestro Aldemaro, era uno mucho más simple: HABER LLEVADO A VENEZUELA EN EL CENTRO DEL CORAZÓN COMO LA LLEVABA ÉL. Y en eso creo que no lo supimos honrar; y ya es tarde.
Que lástima de paìs, que làstima de ciudadanìa.
¡Tan ricos... y tan pobres!.
Por: Magda Mascioli G.
Estamos perdiendo poco a poco los personajes que han dado tanto a nuestro paìs y a quienes indiscutiblemente, nunca supimos apreciar en justa medida y dimensiòn por aquello de que "estaban allì" simplemente, y nos consideramos merecedores de todo olvidando agradecer tantas bendiciones. Algunos de ellos para cerrar sus carreras tuvieron que irse a otro paìses porque aquì ni siquiera les permitieron hacerlo en el Teresa Carreño (y no estoy hablando de los tiempos del règimen actual).
Pobres de nosotros los venezolanos; un pueblo rico, pero ciertamente paupèrrimo en lo que respecta a los verdaderos, profundos e invaluables valores humanos. Muy lejos estamos de poder terminar con una situación que no surgió de la nada sino que fue moldeada por todos y cada uno de nosotros, en mayor o menor grado, en cada irrespeto, en cada infracciòn, en cada irresponsabilidad, en cada ignorancia de la ley, en cada "viveza venezolana" que no es otra cosa sino la representación palpable de ausencia total de respeto mínimo por uno mismo y por los demàs.
El dìa de hoy hemos perdido a uno de nuestros valores patrios más insignes como lo fue el Maestro Aldemaro Romero. Ahora veremos día a día, interminables programas de reconocimiento que ya no sirven de nada porque el verdadero reconocimiento, el real tributo que hubièramos podido darle no es hacer un programa o darle una placa póstumos, el verdadero reconocimiento que estoy segura hubiera agradecido mucho más el Maestro Aldemaro, era uno mucho más simple: HABER LLEVADO A VENEZUELA EN EL CENTRO DEL CORAZÓN COMO LA LLEVABA ÉL. Y en eso creo que no lo supimos honrar; y ya es tarde.
Que lástima de paìs, que làstima de ciudadanìa.
¡Tan ricos... y tan pobres!.
Publicado en Noticiero Digital
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