viernes, 18 de julio de 2008

Los muertos de Chavez


Por: Pedro Lastra - Chávez ha alcanzado las alturas de los grandes déspotas de la historia: tiene no sólo poder de vida o muerte sobre los ciudadanos, sino la administració n personal y privada de los asesinados por los cuerpos policiales. En la particular clasificación chavista, esos muertos son de dos tipos: los opositores o escuálidos y los “nuestros” o rojo-rojitos. Ahora resulta que los muertos del PSUV no son muertos, porque le pertenecen al partido del régimen. Y por lo tanto se elevan, como los muertos del terrorismo islámico, al paraíso celestial. No necesitan de investigaciones policiales ni de jueces. Sus homicidas, pertenecientes a los cuerpos policiales del régimen, pueden ser exculpados. Porque matar a un chavista no constituye un delito, si el homicida es otro chavista. Más aún si pertenece a los cuerpos represivos del gobierno. Parafraseando al cantor del pueblo, “los muertos del PSUV no pueden llamarse muertos”. Muertos, propiamente muertos, son sólo los que habiendo sido asesinados por los esbirros del régimen pertenecen a la oposición. El teniente coronel, en tal caso, hasta permite que los opositores reclamen. Ahora, si el muertito es del PSUV, vade retro opositor. Cállate la boca, que el muerto es nuestro. Es el colmo del absurdo. Digno de Ionesco, si Ionesco fuera teniente coronel y caudillo por la gracia de Dios. Por lo tanto, cuando muere un estudiante en medio de una balacera policial sobre una manifestación estudiantil, los dirigentes del estudiantado deben callarse la boca si el muerto pertenecía al bando contrario. Ahora bien, si se trata de un militante declaradamente opositor entonces hasta se permite el reclamo. Ante la fiscalía o el órgano que competa. Nada se hará, pero se cumplirán las formalidades. Kafkiano. Se comprende que el gobierno no haga nada ante la matazón popular. ¿Qué le importa a Hugo Chávez que mueran ciento veinte mil venezolanos, si pertenecen al pueblo y son, por lo tanto, propiedad privada del chavismo gobernante ¿Por qué habría de preocuparse la oposición de tales muertos, si no son del Este ni pertenecen a las altas esferas sociales? Es el delirio de un régimen desquiciado. Que roba a manos llenas de los dineros públicos, porque los supone propios. Y alcahuetea el asesinato de decenas y decenas de miles de venezolanos, porque son pobres. ¿Hasta cuándo se le aguantará tanto descaro? Cuando los venezolanos decidan darle la respuesta al presidente de la república, se encontrará de frente con la muerte que hoy desprecia. Se le caerán las medias.

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