Por: Wilmer Chiquín Sánchez - Como siempre, recibí las breves e interesantes notas que nos haces llegar sin firma, tal como irá esta. Me refiero a la titulada LA UNIDAD ESTA HERIDA DE MUERTE. Y me ha provocado reflexionar sobre el tema. Esa unidad a la que se refiere quien escribe, no está herida de muerte, porque nunca hubo un verdadero criterio de unidad, y cuando se propuso, sólo era palabrería para que la verdadera oposición —que es el pueblo opuesto a este gobiernucho que tanto daño ha hecho— se lo creyera. Sencillamente un engaño masivo, pues es tanto el dolor que nos embarga, que podríamos caer en la tentación de creerle a cualquiera, ejemplo de eso es lo que estamos viviendo. Lo cierto, es que si bien tenemos un atajo de inmorales que nos desgobiernan, también tenemos un atajo que se deja gobernar por quienes no merecen ser gobierno. Y se dejan gobernar por que de una u otra forma los que se autopregonan sus líderes están tendiendo la cama para su inmediato futuro y ninguno se ha detenido a pensar ¿qué es lo que más conviene al país? La mira se ha centrado en que Chávez no regrese al poder, pero no veo movimiento alguno dirigido a lograr reestablecer la paz, la armonía y la hermandad. Y no es que no haya un líder, es que los que hay están más que viciados y el pueblo opositor, que no es lo mismo que la oposición, anda descabezado, sin creatividad, sin planificación, sin estrategias frente a un brillante futuro al que no sabe como abordar. No hay quien dirija a quienes estamos dispuestos a salir adelante, pillar la trampa que de nuevo se pretende instaurar, no hay quien estimule nuestro patriotismo para hacernos ir a las urnas masivamente. No hay un proyecto país, no hay búsqueda y selección del recurso humano fresco y emprendedor, que por cierto, sobra en Venezuela. Profesionales que asistidos por otros profesionales se atrevan a salirle adelante a los actuales candidatos mostrándoles como se gerencia un país. No resentidos o especuladores del poder, a cambio de cuya obtención venderían a su familia. Gente cuyos principios y valores morales estén por encima de sus intereses personales, como sucede con quienes se han postulado. Deben revisar las enseñanzas de políticos verdaderos y no continuar siendo arrastrados en búsqueda de poder. De aquello que se conoce ahora como la IV Republica , hay gente honorable, pensante, capaz que si bien su tiempo cronológico ya pasó para gobernar, bien podrían asesorar con sus conocimientos y experiencia a los que serán de la VI. Necesitamos un gerente.
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