Por Víctor R. Azuaje - "El gobierno popular no pertenece a los hombres instruidos y de intachable conducta, sino a los ignorantes y perdidos."Aristófanes, "Los caballeros" Uno de los grandes problemas que tiene la democracia moderna es la falsa riqueza o suntuosidad de los gobiernos, entre mas ricos sean mas corruptos son, por ejemplo los gobiernos venezolanos siempre han sido ricos desde que se inauguro la democracia popular del 61 en adelante, ya que por ejemplo un Marcos Pérez Jiménez no contaba con las grandes sumas que proporciono el petróleo al presupuesto nacional, de hecho el gobierno del General contaba cuando inicio con un presupuesto ridículo y cuando termino dejo un país de los mas ricos del continente, pero eso ya seria otro tema. En el 98 inicio la era de uno de los gobiernos más populares que ha tenido Venezuela, claro, populares en el sentido que les da Aristofanes, pues no creo que haya tenido Venezuela gobernantes más ignorantes y perdidos que los que les ha dado la revolución socialista-bolivariana, El Gral. Gómez era un analfabeta literalmente, pero su gobierno fue uno de los mejores que tuvo Venezuela en el siglo pasado y no se andaba con las bobadas de tratar de darse una fachada de "demócrata", en cambio estos son la democracia popular y revolucionaria en su máxima expresión, corrupción y mal gobierno al limite. Aristóteles diferencia "riqueza" de "suntuosidad". Son dos cosas enteramente diferentes. La primera se adquiere por "medios naturales" propios de la economía doméstica, es decir, la explotación de la tierra. La "riqueza" es una riqueza agraria y su explotación (que constituye "un arte noble y honesto"), era pregonada ya por Hesíodo. La "suntuosidad" podría denominarse "falsa riqueza". Su origen está en "ese deseo insaciable" de acaparamiento de bienes de toda clase. El ejemplo clásico de ambición y suntuosidad es el de Midas, postulado por el propio Aristóteles. Este concepto, "errado", deriva de considerar al dinero como "riqueza". Venezuela es suntuosa hasta el límite, sus bienes se generan del petróleo y casi nunca del trabajo de la tierra el cual fue relegado al olvido para entregarnos a los placeres de la suntuosidad petrolera, esto nos trae como consecuencia que la política se llena de seres despreciables en búsqueda de "riqueza" a costa del Estado, para estos politiqueros no importan los medios si no el fin, el fin es hacerse ricos el medio es la política, esto nos llevo a la Venezuela moderna excesivamente rica y a la vez extremadamente pobre. La democracia se convirtió en el pretexto para que cualquier ladronzuelo con apoyo de algún medio propagandístico que lo hiciera medianamente popular asaltara el poder y desde allí las rebosantes arcas del Estado las cuales les servirían para convertir en oro todo lo que tocan y así sumergirnos en la falsa riqueza. Hoy Venezuela esta en crisis porque no generamos verdadera riqueza, una riqueza entendida en el sentido de Aristóteles, riqueza como:"la abundancia de instrumentos domésticos y sociales" lo que él denomina "la economía natural, que se ocupa únicamente de la satisfacción de las necesidades" y cuya base es el trabajo, hoy los venezolanos no son capaces de satisfacer sus necesidades mas mínimas, lo cual representa que la mas pequeña crisis petrolera en el mercado mundial nos va a sumir en el mas intrepidante caos, quizás haciéndonos esclavos de cualquier potencia que se preste a darnos auxilio y así entregando para siempre nuestro futuro. ¿Podemos en gobiernos Populares salir del caos? Es casi una regla histórica que los gobiernos populares siempre traen al poder a los elementos sociales más pervertidos, La "amoralidad", ha sido considerada como una de las causas de la decadencia de las sociedades en la antigüedad, y Jenofonte coloca como ejemplo a seguir las «buenas costumbres» de los lacedemonios, y esto hoy en día sigue igual o aun mas recalcitrante gracias al poderoso nihilismo social o al relativismo moral imperante sobre todo en las castas políticas muy marcadas por las escuelas socialistas y liberales esas escuelas para las cuales solo importa la economía. Y por otro lado esta el pueblo, un pueblo engañado por los excesos al cual se le anima a querer tener demasiado, a que gaste todo lo que tiene en placeres con la promesa de que eso los hará felices, un pueblo que es expropiado por los que gobiernan y endeudado por usureros y especuladores, vivimos en una sociedad donde nadie esta conforme y todos aspiran a lo que el otro tiene, donde se ha perdido el sentido del deber y solo reclamamos derechos, muy parecida a la sociedad griega en su mas fuerte decadencia, una sociedad sin jerarquía y sin orden dada a la esclavitud y caos. Para cambiar todo eso es necesario reanimar el sentido de lo moral, restaurar los conceptos de lo bueno y lo malo, identificar sin ambigüedades lo malo y rechazarlo y garantes de esta actitud deben ser los políticos los cuales deben ser ejemplos dignos de sacrificio y deber, garantes de la austeridad como forma de gobierno y organizar la sociedad de forma que cada cual tenga garantizados sus necesidades y cumpla sus deberes.
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