martes, 2 de diciembre de 2008

La lucha continua




ANÁLÍTICA - Por: Emilio Figueredo - Los resultados del 23 N permiten entender que, si bien se avanzó en el camino de organizar una alternativa democrática a Chávez, es mucho el camino que falta por andar. Es indispensable desde ya, relanzar un acuerdo, con analogías al acuerdo del 23 de enero pero con diferencias cualitativas sustanciales, a la altura de los nuevos retos. Y que se lo haga efectivo para las elecciones del año que viene de concejales y juntas parroquiales; y posteriormente para la Asamblea Nacional.¿Cuáles serían las premisas y algunas de las características de este potencial acuerdo? En primer lugar, el campo democrático logró importantes avances cuando logró la unidad, como fue en la mayoría de los casos, y obtuvo resultados negativos cuando ésta no se concretó. Ello merece una explicación seria de sus organizaciones más relevantes, una disculpa ante la sociedad, que indique que las fuerzas democráticas aprendieron la lección. Lo que está en juego es demasiado importante y para avanzar, incorporando todo el espectro social posible, es necesario reconocer los errores e indicar como se procederá para evitar las ambiciones subalternas.En segundo lugar, el acuerdo para las elecciones locales y regionales debe respetar las fuerzas sociales reales locales y regionales. Más que una distribución de puestos para dirigentes políticos nacionales, debe ser la oportunidad para incorporar a las listas comunes a dirigentes locales y vecinales.En tercer lugar, debería presentarse una gran plataforma de cambio en positivo, una guía para superar la postración y el sometimiento que Chávez intenta implantar. Una plataforma que pueda servir como base de apoyo para coordinar la lucha contra las aspiraciones totalitarias, cuyo elemento más conspicuo es la reelección permanente y, al mismo tiempo, una nueva visión de país democrático y socialmente equilibrado.No se puede olvidar que si estas elecciones fueron el objeto de un abuso de poder y en las que se presentaron situaciones de franca ilegalidad en varias entidades del país, podemos imaginar desde ahora cual será la estrategia del gobierno para impedir que la oposición logre nuevos avances. Esta vez será la hora de escuchar con gran atención y tomar las medidas pertinentes a las recomendaciones de organizaciones de monitoreo electoral.Las perspectivas objetivas son favorables. A pesar de la fuerza que todavía tienen, Chávez y su proyecto están en decadencia. Está en la capacidad política y organizativa de las fuerzas democráticas concretar las posibilidades de cambio. Hay que recordar la frase de Pierre Choderlos de Laclos, “ No existen fortalezas inexpugnables sino mal atacadas”

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