Por Mario Ivan Carratú Molina en respuesta a un compañero de La Armada -Gracias Fuentes por hacerme legar tú corto pero puntual análisis (visión coyuntural) de lo que se "cocina" con las Fuerzas Armadas y las posiciones políticas y no profesionales de quienes los comandan, observo además que la cuantiosa inversión en armas estratégicas, que no podrán ser equipadas y operadas por este tipo de profesionales pese a todos los cambios que hagan y los nombres que inventen. Allí coincido contigo, el presente es incierto y el futuro inmediato poco confiable, con las variables que esgrimes, repito, NO PODRAN conformar y articular un equipo de hombres que mantenga y opere las nuevas tecnologías que son adquiridas y mucho menos la demanda logística que es necesaria, en pocas palabras, "perdimos la capacidad militar para la defensa". Por otra parte, se borró del concepto militar lo institucional y se les convierte, quieran o no, en una guardia roja con tareas pretorianas, ergo cuerpo represivo del gobernante. (aquí tengo mis dudas sobre la lealtad destruida y el profesionalismo individual y colectivo). Nuestra experiencia y ejemplos en las especialidades que practicamos, son suficientes para pronosticar la realidad a corto y mediano plazo. Si veo con mucha preocupación al hecho. Que la culpa de todo lo pagarán las Fuerzas Armadas y sus hombres, nosotros los de antes y los de ahora. La matriz política que se incuba va dirigida a la institución militar, viejo objetivo de la "izquierda cavernícola", Vargas Llosa Álvaro dixit, que los generales y Almirantes de ayer y de hoy creían desaparecidas dentro de la construcción de consensos y respeto a las instituciones. Me pregunté siempre y ahora tengo claro: ¿Qué es el control civil, políticamente hablando, sobre la institución militar? ¿Es del Presidente exclusivamente? ¿Es del Parlamento? ¿Lo Posee y actúan los otros Poderes? ¿Son los partidos Políticos? ¿O es de la Sociedad a través de sus representantes institucionales? ¿Cómo se manejo ese control en el pasado y en la actualidad? ¿Donde esta esto institucionalmente establecido y como se hace institucional? Se suplantó al profesionalismo y al liderazgo militar por el "buenísmo criollo", traducido como el viejo condicionamiento del "Si, señor". Los "yes-man", que ambos topamos en nuestro variado desempeño a lo largo de nuestra profesión. Ese dilema no se ha resuelto y esta muy lejos de que sea institucionalizado. Lo que experimenté, no fue nada cerca de eso. En mis cortas conversaciones con el Presidente se lo planteaba. Sus respuestas eran cortas y muy cortantes, percibía entonces, sin lugar a equívocos, que no le interesaba tocar ese tema con un militar. Ni siquiera conmigo, que era su Jefe de Casa Militar. No había fluidez entre él y yo, por lo tanto se me cayó el mito de la relación civil-militar. Todo ello, hasta que irrumpieron los tanques en el palacio de Miraflores el 3 de febrero del 92, en baja voz me dijo: "Almirante tenía Ud. razón". Le respondí: "muy tarde Presidente". Nuestra generación creyó que la pacificación había limado esas resentidas conductas e intenciones. Mi paso por el Palacio de Miraflores me permitió conocer desde adentro la pobre relación civil-militar; el mito del control civil sobre lo militar; lo de apolíticos; y la ausencia de POLITICAS DE ESTADO REFERENTES A LA DEFENSA. Te puedo asegurar, que como Director del Instituto de Defensa (1992-1994) la busque hasta bajo las piedras, era penoso escuchar al Alto Mando Militar y a otro tanto de Generales y Almirantes intentando explicarme pamplinadas. Que pudo haber sido uno de nosotros. Lo cierto es, QUE NO EXISTÍA Y AHORA MENOS un cuerpo de políticas públicas que definan nuestra estructura de Defensa y dentro de ella el trabajo institucional de las Fuerzas Armadas del Estado para la Seguridad y la Defensa. Nosotros, me refiero a tú generación y la mía, (como promociones) nunca imaginamos esto, entonces, se vino el mundo encima, y se derrumbo la Institución Militar. Nuestro problema hoy es la Institución, destrozada y humillados sus valores y principios filosóficos que la sustentan o debían sustentarla. Considero, además, que con esos hombres que tú muy bien describes, inmaduros, mal formados e inyectados (por cultillo o convicción) de la ideología comunista (guardia pretoriana del LIDER ROJO) ninguna tecnología funcionará, solo la orden de represión que espero no sea cumplida por los oficiales jóvenes, entre ellos estos que están graduando prematuramente para posiblemente llenar las plazas. Fíjate lo contradictorio de una opinión aislada, en noviembre, antes de las elecciones, me encontré en una clínica a un General de División del Ejército, se me acercó y me saludo muy cortésmente, entre el saludo le pregunté como se sentía y como veía la solución del país. Me respondió: "mire Almirante, nosotros somos institucionales y esperamos la respuesta del pueblo por medio del voto". Le respondí: "así debe ser, pero ¿en un escenario de violencia generalizada por razones de carácter social, demandas no cumplidas, mentiras y corrupción entre otras cosas?, ¿Qué piensas tú?". Me dijo que algunos de ellos no harían nada, agregando no consideraban ese escenario. Quede en ascuas, no le comente mas y nos despedimos. Primera y única consideración: Las Fuerzas Armadas y el militar en altos cargos de planificación, inteligencia y comando, deben por Constitución defender a los ciudadanos. No existe otro objetivo de planificación militar que no se defina a titulo de exclusividad como la defensa del ciudadano. En la situación presente, los militares deben defender al ciudadano de los grupos armados no constitucionales, las fuerzas militares cubanas y de otras nacionalidades asentadas en Venezuela para la defensa de este régimen; esas mismas fuerzas que han actuado violentamente contra la población civil en otras latitudes como el Congo, Mozambique, Somalia, Cuba, Nicaragua, Honduras, Salvador, Colombia, Méjico, Guatemala y Venezuela (1962 a 1972 y ahora 1998 a 2008). La realidad es muy compleja. No considero manejar todas las variables de naturaleza política tengan impacto en lo militar, máxime en la actualidad que en forma de ovillo enreda lo institucional con el pretorianismo, lo ideológico con lo profesional, el control civil, la relación civil militar y el comando ejercido por las leyes de la República con las ordenes y conductas nada profesionales, más bien, como mercenarias obedientes a los caprichos pretorianos. Finalmente dejo esta pregunta: ¿Y QUE DECIR DE LOS DE LOS SUPUESTOS REPRESENTANTES DEL PUEBLO, EN ESPECIAL DE LOS MAGISTRADOS Y DIPUTADOS, QUE CON SU SILENCIO ASISTEN A LA DESTRUCCIÓN DE VENEZUELA? Gracias. Saludos personales y navales. Dios y Patria. Feliz Navidad. Año 2009 de decisiones muy importantes. Mario Iván Carratú Molina
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