Por: Teódulo López Meléndez - teodulolopezm@ yahoo.com - Las cifras, en el campo de la oposición, muestran a Un Nuevo Tiempo como el partido más votado, seguido de Acción Democrática, Primero Justicia y COPEI, en ese mismo orden, sólo que la votación de UNT está concentrada de tal manera en el Zulia que de hecho el primer partidoo posicionista es AD, por estar parejamente repartido en el país, sin feudos específicos que le den visos de localización. Los cuatro partidos mencionados aumentaron su votación. Lo de AD no sorprende, bastaba escuchar la calle para darse cuenta de ese resurgimiento debido a varios factores: parte de la militancia de base absorbida por el oficialismo estaba dispuesta a regresar, la fuga hacia UNT se reproducía ahora a la inversa ante la decepción ocasionada por este último en su comportamiento de cara a la llamada"unidad". Algo parecido explica la situación de Podemos: la gente regresa a sus viejas militancias sin detenerse en fórmulas intermedias. Hay elementos de diversos signos en este hecho numérico. Ahora no me puedo detener a teorizar sobre esa manida frase de "sin partidos no hay democracia", la cual es conceptualmente incorrecta, pero algo debo decir. En primer lugar parafrasear la famosa frase de Clinton y aseverar "es el siglo XXI, estúpido, es el siglo XXI". Las nuevas formas de organización social brotan por doquier y son muy diversas: las viejas estructuras sindicales, empresariales y gremiales se han derruido. Ahora se asoman las llamadas "tribus urbanas", la interconexión de redes de intereses comunes, la comunicación sustituyendo a la información en la base de la pirámide social. En verdad, la frase más aproximada sería "sin partidos no hay elecciones" y ello porque el Derecho y la Teoría Política no han logrado producir una fórmula sobre postulaciones de candidatos que no provengan del monopolio partidista, ya que la posibilidad de grupos independientes haciéndolo es etérea, más entre nosotros con perversiones como las llamadas "morochas". El mundo marcha hacia una democracia electrónica, pero aún no se puede materializar, especialmente por la carencia d eacceso tecnológico en buena parte del mundo pobre y porque deberán perfeccionarse los mecanismos de defensa contra las intervenciones indeseadas, pero eso será este siglo, uno donde podremos opinar –no sólo elegir- sobre diversos temas desde nuestras computadoras. No hay el menor signo de cambio interno en estas semiestructuras partidistas redivivas en las elecciones del 23-N. Siguen siendo organizaciones verticales, llenas de vicios de la democracia del siglo XX, una donde el país venezolano vio reproducida la concepción estalinista de partido. Si hacemos un poco de memoria deberemos recordar la expresión "cogollos", tan en boga en los estertores del período democrático bipartidista. Sin conceptuar a fondo lo que sí se puede decir es que la democracia del siglo XXI reclama partidos horizontales, fluidos, y hasta de consensos temporales sobre circunstancias específicas. Deben ser simples instrumentos de sentido organizativo de una opinión común sobre principios básicos y sobre posiciones concretas ante exigencias específicas, voluntad formada democráticamente y no resultado de una imposición de eso que se ha dado en llamar "direcciones nacionales". En suma, otras organizaciones en un mundo democrático múltiple de organización social variada, simples vías de expresiones alcanzadas por parte del cuerpo social y que necesitan una herramienta para manifestar el acuerdo específico. En el terreno de la coyuntura que vivimos los venezolanos el hecho de fortalecimiento de los partidos mencionados podría ser considerado como positivo, si es que abandonan las prácticas aberrantes, ya implementadas muchas de ellas en la selección de los candidatos para el 23-N. El amigo Francisco Montero ha enviado al grupo yahoo "Democracia Activa" una serie de propuestas para la selección de los candidatos a concejales y miembros de Juntas Parroquiales que podría ser una buena base para la discusión. Si los partidos no son permeables a los liderazgos no comprometidos de manera partidista, seguirán siendo cotos cerrados de pequeñas maniobras internas para la conquista de las posiciones. Por otro lado, asistimos al nacimiento de al menos unos ocho o diez pequeños partidos que viven las dificultades propias de este tipo de iniciativa. Si uno mira con detenimiento en ellos hay gente de especial valor y yo me pregunto porque no se reúnen a conversar. No les planteo que se fundan en una sola organización, pero muy bien podrían acordarse en la creación de una especie de federación para afrontar el planteamiento de líneas políticas comunes y hasta de candidatos comunes ante procesos electorales por venir, si es que elecciones hay. Podemos y PPT tomaron caminos diferentes. El primero se abrió hacia el cuestionamiento, el segundo optó por mantenerse en el campo oficialista con muestras de independencia. Ahora se vuelven a encontrar en situación difícil. Cuando estaban en la primera disyuntiva les dije que su destino era fusionarse. Ahora soy más cuidadoso y les digo que deben sentarse a conversar. Al fin y al cabo la llamada disidencia anduvo alrededor del medio millón de votos .Julio César Reyes, en Barinas y por ejemplo, va a necesitar de algo más que una organización localizada en su estado para sobrevivir políticamente. La oferta de un partido que llamaremos provisionalmente, y sin rigor conceptual, de "socialismo democrático", podría ser interesante para Reyes y quizás podría ser la salida de drenaje para la militancia oficialista desencantada que no quiere regresar a los viejos partidos del período democrático. En cuanto a la línea política deberán reflexionar en profundidad. Podemos no tiene problemas al respecto, ha ejercido el cuestionamiento más que mucho partido de la llamada "oposición", pero el PPT no puede mantenerse dentro del gobierno en las circunstancias actuales, porque estaría condenado a desaparecer totalmente. En esta situación hay que volver a recordar que se necesita la creación de una nueva mayoría y que sin la disidencia ello no es posible. Este análisis sobre la situación partidista lo hago en medio de la reacción de la dictadura ante los resultados electorales. Saqueos, manifestaciones extemporáneas, amenazas de todo tipo, anuncio estrambóticos de referendos revocatorios como si esto fuese la Radio Rochela y no un país, acusaciones de "fascismo" y advertencias de"vigilancia", falsificaciones como la supuestos cierres de "Barrio Adentro" y de "misiones", procedimientos contra medios de comunicación y toda clase de intemperancias propias del tipo de régimen que padecemos. Lo advertí repetidas veces: cuando se vota en dictadura hay que saber a que atenerse y tener previstas las reacciones estratégicas y tácticas. Como lo dije lo repito: no sé si he sido escuchado.
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