Uno de mis trucos preferidos consiste en demostrar, a través de ciertas operaciones aritméticas sobre una igualdad, que dos más dos son cinco. Se lo he demostrado a personas con bastantes conocimientos de matemáticas, y al final disfruto bastante al explicarles dónde está la trampa. Para alivio de todos, dos más dos siguen siendo cuatro. En términos prácticos, el truco consiste en disfrazar hábilmente una mentira de verdad. Un truco parecido trata de aplicarnos este régimen tramposo cada vez que puede. Cualquier persona con dos dedos de frente se da cuenta de que muchas de las actuaciones del régimen están basadas en falsedades. La diferencia con mi truco es que ellos nunca dicen dónde está la trampa y ni siquiera reconocen que hay una trampa, una mentira. Veamos algunos casos emblemáticos. Todos los que vimos el episodio con el Rey de España observamos en vivo y en directo quién violó las reglas, quién insultó, quién fue grosero, quién no dejaba hablar al otro. También nos dimos cuenta que el regaño fue visto y tuvo que ser escuchado por el trasgresor. Después, con todo su cinismo, nos cuenta que él fue el agraviado y que menos mal que no lo escuchó porque bla, bla, bla. Mentira. Dos más dos son cuatro. El pueblo venezolano rechazó la reforma, le dijo NO al socialismo y también rechazó a quien convirtió el referendo en un plesbicito. Eso es un hecho corroborado por las cifras, siempre dudosas, del Minpopo para las Elecciones. El tramposo nos quiere hacer ver que esa fue una victoria de M, que fue un triunfo pírrico, bla, bla, bla, y que además la reforma sigue viva. Mentira. La reforma, y todo lo que ella representa, murió. El pueblo, el soberano, la enterró, por ahora y para siempre. Dos más dos son cuatro. El episodio con la liberación de las personas secuestradas por la guerrilla asesina de las FARC es patético. Todos sabemos que las FARC mienten, asesinan, torturan, secuestran. Eso nadie lo puede negar. Nuestro personaje, por su parte, dice que a él nunca le han mentido por lo cual él no puede decir que son mentirosos, que ellos son humanitarios, que el mentiroso es Uribe, bla, bla, bla. Son ellos quienes mienten y ya eso ha sido demostrado e incluso corroborado por las FARC en su comunicado de hoy. Dos más dos son cuatro. Para terminar, cuando se vio en evidencia con esta última mentira, se saco debajo de la manga una Ley de Amnistía chucuta e inmoral porque la "amnesia" de los "delitos" que allí se mencionan es parcial e interesada, a diferencia de la amnistía que decretó para olvidar los delitos de sus compañeros de fechorías, que fue total y sin condiciones, como debe ser. La Ley de Amnistía no es tal. Por más que diga que es un gesto de reconciliación, que si los delitos de lesa humanidad, que si no se han puesto a derecho, bla, bla, bla, miente una vez más. Dos más dos son cuatro. La buena noticia es que cada día que pasa, más venezolanos estamos aprendiendo a sumar y, por más trucos que nos quieran hacer, sabemos que dos más dos siguen siendo cuatro. (Enero 5, 2008).
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