En las últimas semanas varios venezolanos han dado muestras de coraje y valentía, y están evidenciando que no se doblegarán al poder insolente. Estos venezolanos han dejado en clara evidencia que en el país se violan los derechos humanos de manera persistente, y que los poderes públicos que deberían velar por esos derechos están sumidos al mando de Miraflores.El caso de Franklin Brito, un ciudadano venezolano, biólogo y agricultor, es uno de esos dramas que deja constancia para la historia, de que el puño de un dictador nunca podrá más que los principios de un ser humano.Desde el 24 de noviembre de 2004, cuando inició su primera huelga de hambre, Brito y su familia decidieron no aceptar más la degradación y la violación de sus legítimos derechos por parte de los organismos del Estado.La madrugada del viernes 4 de diciembre, Franklin Brito terminó la quinta huelga de hambre que ha realizado en los últimos cinco años. Su lucha comienza cuando en 2003, el Ministerio de Agricultura y Tierras emite unas cartas agrarias que le arrebataron sus tierras ubicadas en el asentamiento campesino La Tigrera, en el Municipio Sucre del Estado Bolívar. En esta última oportunidad, Brito se mantuvo por 154 días frente a la sede de la OEA en Caracas. Hasta ahora, las otras cuatro huelgas emprendidas por Brito han concluido luego de recibir las promesas del Gobierno de investigar y atender sus reclamos. Hasta ahora también las cuatro promesas han sido incumplidas o parcialmente satisfechas. Ojalá que en esta oportunidad se cumpla con lo prometido la madrugada del viernes 4 de diciembre.Otro caso que merece el respeto de todos los venezolanos es el de los estudiantes, que por segunda vez este año han emprendido una huelga de hambre frente a la sede de la OEA en Caracas. El petitorio en ambas oportunidades tiene la misma meta: Que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA, haga una visita a Venezuela para constatar si en el país se violan o no los derechos humanos. El caso es que desde 2002, el Gobierno de Hugo Chávez, el mismo que proclama a viva voz la inocencia revolucionaria del terrorista internacional Carlos Ilich Ramírez Sánchez, "El Chacal", no ha permitido la visita de esta Comisión Defensora de los Derechos Humanos.El joven Julio Rivas, luego de 11 días en huelga de hambre, y ante el silencio del Gobierno y la OEA a sus requerimientos, el 2 de diciembre envió una misiva al secretario de la OEA donde le rogaba respetuosamente, "en nombre de la juventud, de los estudiantes y sobre todo de un pueblo violado, que haga todo a su alcance por demostrarle a esta sociedad que la democracia sí tiene mecanismos para defenderla de aquéllos que pretenden ultrajarla". Hoy ya la opinión pública conoce la respuesta del Secretario General. Por insustancial e irrespetuosa hacia los valores democráticos, no vale la pena comentarla.Lo que sí cabe recordar es a varios venezolanos que han sido privados de su libertad y a quienes se le han violado elementales derechos humanos en Venezuela. Ellos son, entre otros, los comisarios Lázaro Forero, Henry Vivas e Iván Simonovis y los policías metropolitanos. El periodista Gustavo Azócar y el prefecto de Caracas, Richard Blanco a quienes esta semana les ratificaron arbitrariamente la privación de su libertad. . Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.
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