Por: Enrique Pereira - @pereiralibre - Los límites dejan de serlo cuando son superados. Pocos eventos tienen ya la capacidad de sorprendernos en este país. El cuero se nos ha puesto seco y duro de tanto entender que no hay límites. Pensamos que este gobierno sería incapaz de tomar por la fuerza construcciones, tierras y empresas -que no se separaría de la ley- y poco a poco fue traspasando los límites de lo creíble usando cualquier argumento fatuo para justificar lo injustificable. Así, sin más, el gobierno se volvió delincuente y cuatrero. Ahora descubrieron que Loyo le quitaba las tierras a la gente para luego pedirles una parte de la indemnización. Los ciudadanos de bien no se nos ocurre pensar que mañana bien temprano, para bien de los intereses de este régimen, uno puede amanecer con la justicia encima. Richard Mardo, virtual ganador de la gobernación de Aragua ya lo tiene claro, el ya entendió que no existen límites a la acción desmedida de un gobierno abusador. Así, lo van a entender otros. Salas Feo y hasta el mismo Capriles, se pueden convertir en los próximos perseguidos de la revolución de tramposos que pretende perpetuarse en Miraflores. No tiene límites la indecencia que supone hacerse de la vista gorda con el desastre ecológico que está produciendo nuestra industria petrolera. Se acabó la inercia que dejaron los profesionales, ahora es una industria manejada por políticos que no saben de mantenimiento preventivo, producción, inversión y futuro. Convierten nuestro petróleo en gasto de sostenimiento de la revolución. Nunca pensé que llegaríamos a esos extremos. Traspasaron los límites de lo creíble - Escuchar que Cuba y Venezuela son una sola. Observar como los cubanos toman decisiones en los registros, en el control sanitario, en los puertos venezolanos y en otros tantos ámbitos, produce asco patriota. Leer que Chávez se hace una casa en Cuba, o que doscientas personas van y vienen en un puente aéreo diario a la isla, traspasa cualquier noción que hubiese esperado. La patria se nos va de las manos, bajo la dirección de una caribeña isla. Imperialismo insular. Ahora escuchamos ruido con relación a la fecha electoral. Ya nada nos debería sorprender. Chávez aseguró estos días atrás que la fecha de las elecciones no necesita cambiarse, y esta afirmación, nos lleva directo a pensar en lo contrario. El gobierno juega con las barajitas que puede y no puede usar para liberarse de un revés electoral que lo sacaría del juego. La radioterapia tiene sus límites, como lo tiene la quimioterapia y la aplicación masiva de cortisona. Se puede aplicar hasta un punto. No importa cuán acostumbrado se esté a traspasar los límites, hay algunas barreras que no se pueden saltar. El tiempo trabaja para nosotros y ese también tiene sus límites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su Comentario