Por Magda Mascioli G. - Es fácil para
algunos “analistas” u opinadores de oficio utilizar redes y otros medios de comunicación (dando esa especie de mal denominadas “clases
magistrales” en las que hablan tipo predicadores de pare de sufrir o
perdonavidas) para hacer una especie de “análisis” achacando a los ciudadanos
toda la responsabilidad de todo.
Uno los escucha o los lee y se abisma cuando
lee frases como “la gente es apática”, “la gente es cómoda”, la gente no
participa en nada, la gente TIENE MIEDO. Y es más triste cuando lo dicen ciudadanos comúnes.
¿Por qué se
habla de miedo en Venezuela cuando se toca el tema político? No entiendo eso.
Claro, si
nos referimos a la delincuencia que, gracias a un régimen cómplice y
cohonestador y a una dirigencia pseudo
opositora que ni lava ni presta la batea, se ha adueñado de las calles de todo
el país, puedo estar de acuerdo. Pero
hablar de miedo a la hora de salir a la calle a defender los derechos, a
reclamar, a exigir ¿en qué sentido se
enfoca?
Voy a poner
algunos ejemplos recientes, habida cuenta de la memoria corta o acomodaticia de algunos.
En la campaña electoral la gente de la Parroquia La Pastora
esperaba al candidato Henrique Capriles para una movilización. Los de la mud
informaron que Capriles no iría porque había grupos chavistas esperando en las
calles. De hecho, Capriles no se presentó.
¿Y la gente
de La Pastora? se preguntarán… pues TODA salió a las calles. Y no contenta con
eso pusieron afiches en las ventanas, balcones, puertas y salieron TODOS.
Me dirán... es que si hubiera ido estaba corriendo peligro. Yo pregunto... ¿Y los pastoreños no? ¿O es que la vida de un político es más importante que la vida de cualquier ciudadano?
La gente de
Catia. Un bastión chavista por excelencia. Cada vez que se ha convocado a una
movilización, la gente ha salido a la calle de manera importante a pesar de todo lo que ello implica.
Los
chavistas con franelas y cachuchas rojas ante las inundaciones, las casas de la
misión vivienda que se están cayendo, la vialidad, el lago de Valencia, etc.,
se presentan ataviados ante las cámaras de Globovisión y emplazan a Chavez
directamente y le exigen: Comandante, soy fulano de tal, cédula tal, estoy con
el proceso PERO USTED NOS TIENE QUE RESPONDER.
En un mitin
de Chavez en Valencia, cuando dijo: el candidato en Carabobo es Ameliach. ¿La
respuesta contundente cuál fue? NOOOOOOOOOOOOO – Lacava – Lacava –Lacava. Ante
tal reacción Chavez vociferó: No se trata de Lacava o Ameliach, YO DIGO que es
Ameliach. Ante esa imposición… silencio absoluto.
¿Que ganará Ameliach? Probablemente. Pero la cuestión será preguntarse ¿Ganará ciertamente o ganará como ha ganado Chavez?
Eso por
mencionar hechos recientes porque ni hablar del 11 de Abril. Día en el que la
ignominia y la COMPLICIDAD se unieron y se alzaron para masacrar, física y
moralmente, a una ciudadanía que estaba
en la calle haciendo el trabajo que tenía que hacer; trabajo que luego fue
entregado por quienes se hacen llamar líderes de oposición. Unos por acción,
otros por omisión.
En las
elecciones recientes. ¿Cuántos no fueron a votar por Capriles siendo empleados
públicos? ¿Cuántos? ¿O seguimos pensando en serio que Chavez ganó las
elecciones limpiamente?
Entonces
¿De qué miedo hablamos?
Claro. Lo
que pasa es que muchos, empeñados como siempre en andar fabricando lideres con
pies de barro (¿o debo decir de dinero?) se empeñan en seguir transfiriendo las
COBARDÍAS, lo acomodaticio, la sinverguenzura, a los ciudadanos, mientras
paralelamente hacen oídos sordos y ojos ciegos ante lo más que evidente de la casta
supuestamente líder de la supuesta oposición.
Pues yo
defiendo a los ciudadanos. Porque los he visto. Porque he estado con ellos.
Porque juntos hemos enfrentado, nos hemos replegado y vuelto a enfrentar. Porque juntos
nos hemos tirado al piso cuando la andanada de disparos ha sido inclemente. Porque
juntos hemos llorado, nos hemos ayudado, nos hemos auxiliado, hemos corrido y nos hemos vuelto a
regresar cuando las lacrimógenas han sido lanzadas por docenas. Porque juntos hemos visto caer a nuestro lado a personas que dieron sus vidas cuando defendían sus derechos.
Entonces NO
ME DIGAN que la ciudadanía de este país es cobarde.
Porque día a día sale a la
calle a enfrentar cualquier clase de peligros camino a su trabajo; porque día a
día ve salir a sus hijos, a sus padres, a su familia, al colegio, al liceo, a
la universidad, al trabajo, sin tener la más mínima seguridad de que regresarán;
porque día a día están sometidos a las vicisitudes de un transporte desastroso,
de una vialidad en el piso, sin vigilancia, sin protección, sin hospitales, sin
ayuda de ningún tipo.
Todos los
ciudadanos, chavistas incluidos, quitando a los que se encuentran enquistados en
los polos de ambos extremos, hemos salido a cumplir CON TODO lo que hemos
tenido que cumplir desde que este desastre comenzó. ¡Con todo!
NO HEMOS SIDO NOSOTROS quienes
hemos negociado, entregado, vendido, acordado ni tracaleado;
NO HEMOS SIDO
NOSOTROS quienes nos hemos sentado a beber 21 años con las
cupulas del régimen a NEGOCIAR a espaldas de los ciudadanos;
NO HEMOS
SIDO NOSOTROS quienes hemos echado al balde de la basura unas
primarias para IMPONER candidatos a según de cómo les convenga a los dirigentes
de ambos extremos que conviven en franca conchupancia en su beneficio y en
detrimento de los ciudadanos;
NO HEMOS
SIDO NOSOTROS LOS CIUDADANOS LOS COBARDES DE ESTA FASE DESASTROSA DE LA HISTORIA
CONTEMPORÁNEA DE VENEZUELA.
¡NO!
Porque
en este país LOS ÚNICOS, entiéndase muy bien, LOS ÚNICOS que hemos puesto TODO
hemos sido los ciudadanos. Ciudadanos con franelas de todos los colores, incluyendo rojas.
Nosotros hemos
puesto trabajos, casas, negocios, empresas, SANGRE. ¡TODO LO HEMOS PUESTO LOS
CIUDADANOS!
Entonces QUE
NADIE ME DIGA que somos cobardes o tenemos miedo o no hemos cumplido.
NO nos
endilguen a nosotros los ciudadanos la abyecta cobardía y la sinverguenzura que
se encuentra sembrada en las conciencias de toda esta cuerda de politiqueros de
cuarta, de quinta y de nuevo cuño que han desgraciado este país y que ni
siquiera son capaces de llamar a este régimen por el nombre que le calza y
siguen diciendo A NIVEL MUNDIAL que en Venezuela vivimos en democracia.
Una caterva de sinverguenzas con aires de superioridad que escupen a diario la cara de los ciudadanos tratándonos como que si fuéramos eunucos mentales; subestimando nuestra inteligencia y burlándose de la necesidad, de la angustia, del sufrimiento.
¡NO SEÑORES!
Los cobardes de este país
definitivamente ¡NO SOMOS LOS CIUDADANOS!
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