En Diciembre del 2002 cuando el Gobierno despidió a mas de 20.000 trabajadores de forma arbitraria e irresponsable, por el hecho de oponerse al nombramiento de personas sin la debida experiencia en la parte gerencial, operacional y administrativa, e incorporó a personal no calificado en el complejo manejo de la industria de los hidrocarburos y; además, por estar identificado con el proceso del Gobierno, que hoy en día, este mismo proceso cuenta con gente irresponsable, con falta de experiencia y ética moral en las diferentes actividades productivas del Gobierno que se desarrollan en el país.
Para esa fecha, diciembre del 2002, los miembros de la Junta Directiva de PDVSA, presidentes y directores de sus empresas filiales, luego de haber renunciado a nuestros cargos, convocamos una rueda de prensa donde se le informó al país la forma irresponsable en que se estaban operando las instalaciones petroleras, gasíferas y petroquímicas, sin el debido personal calificado, y ya para esa fecha habían ocurrido varios accidentes en las instalaciones de PDVSA, así como derrames petroleros e incendios y en esa oportunidad indicamos lo siguiente:
Petróleos de Venezuela era una corporación altamente compleja y tecnificada, por la naturaleza de sus operaciones y la magnitud de su importancia en el contexto nacional e internacional. Esta empresa contaba con personal profesional y técnico que había sido entrenado por muchos años, quienes sumaban un valioso e incalculable capital de conocimiento y experiencias en el desarrollo de actividades inherentes al negocio petrolero.
PDVSA desarrollaba actividades en toda la cadena de valor de la industria petrolera en Venezuela y en diversos países del mundo: Exploración, Producción, Refinación, Transporte, Almacenamiento y Mercadeo de crudo y productos de los hidrocarburos, así como de los negocios de Gas, Petroquímica, Orimulsión y Carbón.
El desarrollo productivo y seguro de todos estos negocios en Venezuela, como en cualquier otra parte del mundo, requiere de conocimientos y competencias específicas; de profesionales y técnicos altamente especializados. Esta industria no acepta improvisaciones que pongan en riesgo, la seguridad de sus trabajadores, comunidades e instalaciones.
Después de diez años, para desgracia de nuestro país, hemos visto con tristeza las consecuencias de los innumerables accidentes que han ocurrido en la industria petrolera nacional, causando muertes innecesarias por la improvisación en las operaciones y la falta de mantenimiento de esta compleja industria, esto aunado a las cuantiosas pérdidas económicas que ha representado para el país.
El lamentable accidente ocurrido en la Refinería de Amuay, unas de las más complejas del país y del mundo, ha demostrado, una vez más, el desconocimiento de lo que son las operaciones y el mantenimiento de unas instalaciones tan complejas como las petroleras, gasíferas y petroquímicas. Este ha sido el peor accidente en mas de 80 años en la historia petrolera venezolana y quizás la mayor en toda Latinoamérica.
Acá se evidencia una falta en el mantenimiento preventivo de las instalaciones, conocemos de múltiples denuncias de los trabajadores de PDVSA, quienes alertaron que en las unidades de procesos, tanques, esferas de propano/butano, terminales marítimos, flota propia y otras instalaciones, no se realizan en forma adecuada y en muchos casos ni siquiera son ejecutadas las paradas programadas de plantas, por mantener las unidades de proceso en operación en forma insegura, sin tomar en cuenta las recomendaciones de los fabricantes de los equipos. Así mismo, las inspecciones de las instalaciones petroleras no se hacen en forma periódica y adecuada, además no cuentan con personal calificado para esta compleja tarea.
Existe un profundo desconocimiento de las normas de Seguridad Industrial. Para citar un ejemplo, en las áreas donde se manejan hidrocarburos existen detectores de gas, que revelan la más mínima fuga de gas, acopladas a alarmas sonoras y cierres automáticos de válvulas de control para evitar fugas de gas o de otros hidrocarburos, para que no se produzcan incendios y explosiones, como lo que ocurrió en el lamentable accidente de Amuay. Además, existe un plan de contingencia donde suenan las sirenas para desalojar a las personas que se encuentran en las áreas aledañas a dichas instalaciones. Tenemos información de gente de la zona que asegura que este sistema no funcionó o no se encontraba operativo.
Cuando ocurren estos tipos de accidentes graves con perdidas de vidas, cuya lista es larga desde que usted, Rafael Ramírez, preside a PDVSA, inmediatamente el Presidente de cualquier corporación debería renunciar. Pero además, en este caso particular es más notorio porque usted es Ministro al mismo tiempo, algo totalmente incongruente, porque el Ministerio ejerce el control y PDVSA la operación, en su caso quién no controla a quién.
Usted dirá: fue el Presidente que me nombró en ambos cargos.
Pero Ministro, en su caso la responsabilidad es totalmente suya y del Gobierno que lo nombró a usted, por haber incorporado a gente sin experiencia y sin el debido entrenamiento en el manejo de hidrocarburos. A los otros trabajadores con experiencia que siguieron laborando en la industria, usted los amenazó, con su famosa frase PDVSA es “roja, rojita”, “rojo rojito”. Estoy seguro que la mayoría no comparte ni están de acuerdo con sus amenazas y no le manifiestan lo contrario por temor a las represalias, porque necesitan su trabajo.
Esto demuestra que en Venezuela no hay libertad de expresión para los trabajadores de las empresas del estado, que cada vez son más, porque están acabando con las empresas privadas.
Esto demuestra que en Venezuela no hay libertad de expresión para los trabajadores de las empresas del estado, que cada vez son más, porque están acabando con las empresas privadas.
De manera que es el clamor de todas las instituciones públicas, privadas, políticas y, muy especial, del pueblo de Venezuela, es que RENUNCIE MINISTRO. Usted es el único responsable de todos los accidentes y muertes que han ocurrido en nuestra industria petrolera nacional y en otros sectores bajo su responsabilidad como Ministro. Usted ha podido engañar a muchas personas, pero ya el país conoce su incompetencia e irresponsabilidad más que demostrada en tantos años de errores y fracasos como Ministro y Presidente de PDVSA.
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