Por: Manuel Barreto H. "El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta". Federico García Lorca - El inicio de un nuevo año es el momento para reunir las fuerzas y toda la ilusión para comenzar el mejor año de la vida, es una oportunidad más para transformar la vida, el hogar, el trabajo y, ¿por qué no?, el acontecer nacional, en algo distinto. Distinto a las ofensas contra la vida y la justicia, que resultan grandes y complejas. Distinto a ese cúmulo de resentimiento e intolerancia. Distinto a tanta violencia con sus múltiples expresiones: violación de los derechos fundamentales, los innumerables secuestros, la inseguridad y la agresividad creciente. Distinto a la corrupción generada por el enriquecimiento ilícito, el testaferrato, el despilfarro y abuso de los dineros públicos, la impunidad y el clientelismo. Distinto a la incertidumbre causada por un proceso que ha sembrado la duda sobre personas que deben encarnar la dignidad y la grandeza del Estado; y lejos, muy lejos de lograr tal cometido, ahora pretenden perpetuarse en el poder.La razón nos indica que un gobierno tiene éxito cuando su política, sus obras y realizaciones, el respeto por sus ciudadanos y por la Constitución satisfacen las aspiraciones de su pueblo, le permiten vivir en armonía, con seguridad, con justicia, libertad, con trabajo y bienestar, lo que se traduce en independencia, tolerancia, progreso, paz y futuro para su nación, y este régimen NO lo ha logrado en diez años... ni lo logrará en el tiempo que aún le queda.Si bien nos cuesta tanto disipar las tinieblas y vislumbrar la luz al final del túnel, y nos ha resultado muy arduo vivir con esperanza cuando todo se pone más difícil, es en estos momentos cuando más falta hace la esperanza, sin entender por esperanza la fortaleza para tolerar la decepción, ya que sólo se puede tener esperanza cuando se cree que lo malo no es definitivo. La esperanza nunca puede hacernos pasivos y resignados; nos ha de hacer activos y luchadores, valientes y esforzados para la tolerancia, la alteridad y la justicia. Es por eso que hablar de esperanza no es fácil y mucho más difícil es vivir en la esperanza. Pues, precisamente, porque tenemos muchos años esperando la luz de un tiempo mejor y lo que se nos presenta es una noche más oscura, precisamente porque hace mucho tiempo estamos esperando que la realidad del país cambie para bien de todos, precisamente porque esa espera se ha hecho tan larga, es que contamos con el mejor argumento para poder afirmar que la noche está terminando, que el día se acerca, que la luz amanece. Pero esa luz no se ilumina por sí sola, hay que encenderla en nuestros corazones con el combustible de nuestra participación y compromiso, ya que en el compromiso siempre hay esperanza, que es el sueño de los hombres despiertos, puesto que el que asume un compromiso concreto encontrará en la obra a la que entrega sus mejores esfuerzos el sentido de su vida, y cuando se encuentra el sentido de la vida, entonces no hay quien pueda quitarle la esperanza.Está en cada uno de nosotros que los días y los años no estén en manos de un oscuro azar ni de un implacable destino y, menos aún, en los caprichos de un régimen que se siente ungido para mantenerse en el poder perpetuamente y así seguir desarrollando una revolución que pocos avalan.Que este 2009 nos encuentre con la promesa renovada de confiar en que detrás de las realidades desencantadas se encuentran aquéllas que conservan una esperanza con los pies en esta tierra, con un bloque de hielo en la cabeza y un tizón en el corazón; firmes en la convicción de que no podemos renunciar al compromiso que nos supone la situación del país: no podemos quedarnos callados ni de brazos cruzados. ¡NO!... Y que nuestra esperanza se apoye sobre la luz que siempre puede asomar... entonces podremos decir con razón y con pasión: ¡Feliz Año Nuevo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su Comentario