En la festividad del Día de los Difuntos repasamos algunos de los más famosos epitafios, frases inscritas sobre sepulcros o lápidas con las que algunos personajes históricos intentaron dejar huella después de muertos. “Aquí yace Molière el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien” reza la lápida del dramaturgo y actor francés Jean-Baptiste Poquelin (1622-1673), apodado Molière. Otro actor del siglo XX, el norteamericano John Wayne (1907-1979), se despidió del mundo de los vivos con tres palabras inscritas en su lápida: “Feo, fuerte y formal”.“Si no viví más, es porque no me dio tiempo” es la frase que quedó grabada para la eternidad en la tumba del Marqués de Sade (1740-1814). En la lápida de Arthur Conan Doyle (1859-1930), creador del personaje de Sherlock Holmes, se puede leer: "Verdadero acero, hoja afilada, Arthur Conan Doyle. Caballero patriota, médico y hombre de letras". Más breve es el epitafio del humorista Cantinflas: “Parece que se ha ido, pero no”. En la tumba del mítico bailarín ruso Vaslav Nijinsky (1890-1950) se inscribió la frase “Que me quiten lo bailado”, y en la del compositor Johann Sebastian Bach (1685-1750) “Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga”. Y Mel Blanc, actor de doblaje que daba voz a Porky, el cerdo de Looney Tunes, dijo adiós con su “That’s all folks” (“Eso es todo amigos”).
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