Por: Alberto Mansueti alberman02@hotmail.com - Innumerables venezolanos queremos libertad con ley y orden, propiedad privada en una economía abierta y competitiva, paz y justicia, y conservación de la moral y la familia. Pero en menos de 25 años hemos dejado pasar más de 10 oportunidades para constituir un partido de derechas. Cuente Ud.: El 18 de febrero de 1983 (Viernes “negro”), el entonces Presidente Herrera ya no pudo sostener el “dólar a 4.30” , herencia de los años de Betancourt, y símbolo de nuestra fortaleza económica. Aquella discusión nos dio a los venezolanos oportunidad de crear ese partido claramente antiinflacionario y anti-deuda, y dispuesto a poner límites al gasto público, a los impuestos, y al peso del Estado. Ese año el tema se trató en la Reunión del Grupo Santa Lucía, ante quienes podían impulsarlo. Pero no lo hicieron, y la oportunidad se perdió. Durante el quinquenio siguiente -años de Lusinchi- la izquierda emprendió una orquestada campaña de descrédito contra “la derecha”: el escritor Carlos Rangel, Fedecámaras y el liderazgo empresarial, los grupos económicos, los bancos privados y los “latifundistas”, etc. Cuando la COPRE comenzó a perorar sobre “Gobernabilidad” , el partido de derechas debió surgir entonces para responder al desafío, aclarando los conceptos, las ideas y el vocabulario. Pero pasaron esos 5 años y los “reaccionarios” no reaccionaron. Reapareció el tema en la campaña electoral de 1988; pero los candidatos competían en populismo, y no pasó nada. El 27 de febrero de 1989 fue el “caracazo”. Una fuerza de derechas debió nacer entonces -aprovechando la quiebra de la URSS- para guiar a Venezuela en el trance. Pero no ocurrió. La siguiente oportunidad fue cuando los dos golpes de 1992... y tampoco. El 20 de mayo de 1993, por primera vez en la historia democrática el Presidente fue destituido. La izquierda se preparó para la toma del poder -el “chiripero”- ¡y otra oportunidad se perdió! En enero de 1994 estalló la peor crisis bancaria de nuestro siglo XX. El momento era propicio para la insurgencia de un partido por el capitalismo liberal auténtico; pero nada. En noviembre de 1995 el dólar fue maxidevaluado a los 290 bolívares, y de allí a la libre flotación. Al año siguiente el Presidente Caldera intentó corregir el rumbo del país con su “Agenda Venezuela”. Pero esa empresa requería el partido que señalara el derrotero, lo explicara a la población, y le exigiese al Gobierno seguirlo con firmeza. No surgió. Y se necesitó, ya con extrema urgencia, en las dramáticas elecciones de 1998. Pero tampoco. Ni en el tumultuario proceso que llevó a la Asamblea Constituyente de 1999, ni en los procesos comiciales posteriores, ya en el nuevo siglo ... y seguimos esperando. Saludos y bendiciones.
muy bueno
ResponderEliminarAsi es. De acuerdo. Saludos. magda
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