¿Cómo es tu ciudad?

Había una vez un sabio que vivía en lo alto de una colina, que conformaba un mirador que daba para una mediana ciudad, que desde esa altura llamaba mucho la atención de los viajeros, pues se veía muy bella. El sabio de nuestra historia pasaba mucho tiempo debajo de un frondoso árbol, cuya sombra mitigaba el calor ambiental, meditando y haciendo conjeturas respecto al comportamiento de los seres humanos.Un día, pasaba un viajero caminante por el mirador, cuando de pronto vio a nuestro sabio sumido en sus pensamientos e interrumpiéndolo le preguntó: disculpe señor… esa ciudad se ve muy hermosa, pero dígame, ¿cómo es esa ciudad para vivir en ella?. El sabio miró con profundidad al viajero y contrapreguntó: ¿cómo es la ciudad de la que tú vienes?.Sorprendido por la pregunta, el viajero, rápidamente respondió: infernal,… el bullicio es insoportable, el crimen campea por donde quiera, la gente vive malhumorada, el clima es muy caluroso, siempre está sucia y la verdad es que vivir en ella es como para volverse loco. Bueno, respondió el sabio, esta ciudad es absolutamente igual a la ciudad de la que tú vienes.Pocas horas más tarde, ese mismo día, pasa por allí otro viajero caminante, que le hace al sabio la misma pregunta: Dígame señor, ¿cómo es esta ciudad para vivir en ella?. De nuevo, nuestro amigo levantó la mirada y viendo fijamente a su interlocutor le preguntó: ¿cómo es la ciudad de la que tú vienes?. El viajero con una gran sonrisa en sus labios le responde: maravillosa, es un lugar muy agradable, con un clima fresco, gente amable y simpática, poca delincuencia y muy limpia, en fin un lugar increíble para vivir. Pues esta ciudad es igual a esa, le dijo nuestro sabio.Un joven que tenía mucho tiempo recostado cerca de nuestro amigo sabio y que había escuchado ambos diálogos, con algo de sorna, le preguntó a éste el porqué de esas respuestas tan diferentes, a la misma pregunta, a lo que el sabio contestó: la ciudad será lo que tú quieras que sea. Si quieres que sea maravillosa, lo será. Si quieres que sea un desastre también lo será. Tú y solo tú construyes tu realidad con tus pensamientos.Esta historia viene a colación, porque muchas personas llegan a una ciudad o lugar, desde otras latitudes, buscando paz, tranquilidad y con la esperanza de lograr una vida mejor. Muchos sueñan con desarrollar negocios exitosos o con obtener un trabajo bien remunerado, sin embargo, muchas veces en las maletas vienen ciertos pensamientos y actitudes que impiden la ejecución de esos proyectos.Para todos damos el mismo mensaje: nuestra ciudad o nuestro entorno en general, será lo que todos queramos que sea. Las grandes ideas y sueños solo se logran cuando damos el todo por el todo por ellos y somos firmes y determinados en nuestros propósitos. Todo lo que nos llega es producto de nuestros pensamientos y debemos crear desde ellos las condiciones para que las cosas sucedan. Eso significa formarnos, prepararnos, analizar las oportunidades y actuar dando pasos firmes en el camino que nos proponemos. Tenemos ciudades hermosa y llenas de oportunidades para todos que debemos fortalecer a través de nuestros pensamientos, actitudes y acciones. Todo se crea dos veces, primero en nuestra mente y luego en la realidad.Todos podemos ayudar a construir ese agradable mundo que deseamos.