Por: Gustavo Yepes. Un 4F, hace 15 años, un grupo de militares venezolanos traicionó a su juramento militar y a la patria que los formó para la democracia, y asestó un certero golpe de estado a las instituciones, dejando a su paso varias decenas de muertos y comenzando a sembrar semillas de odio en la mente de muchos de sus compatriotas.Hoy, esos golpistas traidores nos desgobiernan, blandiendo como armas el odio cosechado, el jugoso presupuesto de la nación, la violencia, y la mentira. Sus logros internos han sido la exclusión, el desabastecimiento, la inseguridad, la injusticia y el enriquecimiento de unos pocos a costa de las carencias de muchos. Sus logros externos han sido la compra de conciencias con nuestro dinero y el apoyo, cada vez más directo, a los diversos terroristas que amenazan la paz mundial. Con respecto a las FARC en particular, ya no hay caretas ni dudas de ninguna especie. El líder máximo y sus títeres de la AN solicitan al mundo que se les quite el calificativo de terroristas, el Minpopo de InJusticias les manifiesta el apoyo del régimen venezolano frente a las cámaras de Telesur, el Alcalde Di Martino les suministra “ayuda humanitaria” y financia sus CD´s, y los militares venezolanos, al menos los que disfrutan las mieles del poder, honran hoy a quienes ayer asesinaron a sus compañeros de armas.La casualidad ha hecho que este 4F el mundo se una en contra de las FARC, o lo que es lo mismo, en contra del terrorismo. Ese día, los oficialistas venezolanos y los tarifados de siempre, manipulados por unas cuantas monedas para vestir de rojo y hacer bulto, celebrarán su gloriosa gesta de traición y sangre. Los demócratas, por nuestro lado, nos uniremos en contra de las FARC y el terrorismo. Cada venezolano que haga presencia ese día no sólo le estará diciendo NO a las FARC y al terrorismo; también le estará diciendo NO al grupo de golpistas traidores que están, por ahora, en el poder.El 4F de 2007 un grupo de venezolanos celebrará los 15 años del golpe de estado. Dios y la patria se los reclamarán en su momento, el cual, no lo duden, llegará. Otro grupo mantendrá su posición de indiferencia mientras no les toque a ellos. Finalmente, los demócratas, los que luchamos por un futuro digno para Venezuela, para nuestra hermana Colombia y para el resto del mundo, gritaremos nuestras consignas que aplican, no sólo a las FARC, sino a quienes hoy nos desgobiernan:¡No más secuestros!¡No más mentiras!¡No más muertes!¡No más FARC!
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