Por: Doménico Sírica - NO nos ofenda sr. Röhmer. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué el ataque a una comunidad tan respetable como la italiana, que es como decir portuguesa, la española, hombres de trabajo y de familias con valores? Allá por los años cincuenta, cuando llegué a Venezuela traje dos maletas, una con mis enseres personales y la otra llena de sueños que gracias a Dios y a los habitantes de este país, especialmente la hospitalidad que me brindó el pueblo carabobeño, hoy se han hecho realidad. Así como yo vinieron miles y miles, no solamente italianos sino también españoles, portugueses, y otras colonias extranjeras que vinimos a trabajar y a colaborar con el desarrollo y progreso de este bello país, al cual nos acogimos y asumimos como nuestra patria y por lo tanto podemos decir con Honor, con Fervor, con Corazón y legalmente: "SOMOS VENEZOLANOS COMO USTED". Abrimos zanjas, metimos tubos en las calles y fuimos sembrando país y por mi parte y la de mis socios Mario y Giovanni De Libero, con nuestras propias manos y corazones dejamos más de tres millones y medio de metros cuadrados de área cubierta de construcción, tal como la han hecho mis amigos y colegas de la Unión de Constructores del estado Carabobo. Pida perdón, excúsese, y lave la grave ofensa que nos ha hecho a quienes vinimos a este país a trabajar honradamente. Usted no sabe de las noches y los días, de las madrugadas, de los sufrimientos de los extranjeros que llegamos en la década del cincuenta atraídos por la luz de Venezuela. Una locha de cambures, medio pan y una mortadela con un refresco y a sudar la gota gorda bajo el sol, mientras seguramente usted disfrutaba de los estudios que le daba su padre, igualmente un honrado trabajador de Puerto Cabello; y mientras nosotros doblamos el lomo para ganarnos el pan de cada día y para dormir en una pensión pagando un bolívar diario, en la calle Soublette frente al Oncológico, a usted lo mandaban al norte a estudiar y americanizarse, cómodamente, disfrutando. Entonces usted no sabe de los sacrificios que hemos tenido que hacer los italianos para formar nuestras familias y para enviar a nuestros hijos a la Universidad, para que tengan un título y una profesión con la cual defenderse y no sean pisoteados por personas que se creen dueños del mundo y de la voluntad de la gente. Nosotros, hombres de trabajo no nos metemos en su política, Dr. Salas RÖmer, y exigimos que usted no se meta con nosotros ni con nuestras familias. Vea bien todos esos edificios por donde pasa y pregúntese quiénes los construyeron, qué manos se arañaron pegando bloques y mezcla arena con el cemento, de sol a sol, comiendo mezcla por pan. Trabajamos, ayudándonos los unos a los otros y de eso, sépalo, se lo repito, me siento profunda y sinceramente orgulloso; y eso lo hicimos para que la gente tuviera una vivienda confortable y digna y para que nuestros trabajadores encontraran empleos, pudieran a su vez levantar sus familias. Pero, usted no pasea por eso, sencillamente suelta la frase hiriente de que: "no hay nada más peligroso que un italiano con un proyecto bajo el brazo y si es político, peor". No lo hace en privado, lo hace por televisión para que toda Venezuela conozca su odio contra nosotros, pero no crea que nos ha hecho efecto esa marranada, la gente sabe quiénes somos y cómo actuamos, la gente conoce nuestras angustias y de cómo hemos levantado a nuestros hijos sembrándoles amor por esta patria de Simón Bolívar. Doctor Salas RÖmer, en cuanto a mi persona, Italiano como usted dice, me conoce más usted a mí que yo a usted; tengo suficiente moral para decir esto: Modestamente (aunque detesto la modestia), la moral de un hombre personal y empresarial no tiene precio y usted no tiene derecho a pisotearla. Su Xenofobia no nos alcanza porque ya vivimos en el corazón de este pueblo tan querido porque nos hicimos venezolanos para sembrarnos más hondo y echar raíces que puedan ser recogidas y resembradas por otras generaciones. Venezuela es hermosa y Carabobo también lo es. Lamentablemente hay personas que como en su caso no agradecen el respaldo que les hemos ofrecido desde hace años y que le llevaron al poder, a usted y a su hijo. Nunca hemos desconocido lo bueno que usted haya podido impulsar, pero lo que hizo con las manos lo ha mandado al cesto de la basura con los pies y con su egoísmo y prepotencia. Usted no es mejor que nadie, ni más que ninguna persona, porque todos somos respetables, no importa el color de la piel y de los ojos; hijos de Dios andamos por el mundo sirviendo y no ofendiendo al prójimo. De grandes carabobeños hemos aprendido las mejores cosas. Acaba de fallecer un canario que amó entrañablemente a Valencia, que le sirvió y que nadie ofendió, y amó sin descanso a la gente y a la ciudad. Tome ese ejemplo, el de Paco Cabrera y sea por una vez en su vida, humilde. En su gabinete están algunos de mis amigos y estoy seguro de que no están de acuerdo con lo que usted dijo. Rece para que le perdonen sus pecados que como éste, de ofender a una comunidad laboriosa y ejemplar, ha cometido, estimado amigo Dr. Henrique Salas Römer.
el comentario de Salas Romer fue dirigido,evidentemente, a 2 personas metidos a políticos,comentario que repitia una frase de Laureano Márquez en uno de sus editoriales.En ningún momento fue orientado a toda una colonia de ciudadanos.Ese manipuleo es perverso,lamentamos que el amigo Sirica y otros se presten para tal juego.También deberian pedir perdón.Atentamente.
ResponderEliminarExcelente amiga, no esperaba menos.
ResponderEliminarY en cuanto al Dr Henrique Salas Römer lo menos que puede hacer es dar la cara y diculparse publicamente ante la comunidad italiana.
Yo como desendiente directo de canarios,tambien me siento ofendido.
Dr Salas Römer si ud lee este blog, hagale honor a su valor que tanto pregona y pida disculpas.
Buenos días. En cuanto al comentario dejado por Anónimo, bueno será que en este país se comience a firmar lo que se escribe porque es chévere dejar comentarios sin asumir autoría. Eso en primer lugar. En segundo lugar, cuando un individuo dice "NO HAY NADA COMO UN ITALIANO..." está cayendo en la generalización, razón por la que, aunque sea de manera indirecta, caen TODOS los de esa colonia, en mayor o menor grado; y por retruque caen todos los extranjeros, de una u otra forma. Bien miserable es quien promueva, DE CUALQUIER FORMA, la xenofobia, y eso es lo que Salas ha hecho. En cuanto al manipuleo perverso al que hace referencia, explíquenos, por ejemplo, el MANIPULEO descarado y grosero que está haciendo Salas Röhmer poniendo la propaganda en tv de cuando fue candidato a presidente. ¿O eso no es para usted un MANIPULEO de la peor calaña? En cuanto a pedir perdón... ¿perdón a quién o a quiénes y por qué? ¿A individuos como salas Röhmer? Por favor. Definitivamente entiendo el porque no firma usted lo que escribió. Saludos y gracias. Magda Mascioli G.
ResponderEliminarHola Luis. De acuerdo contigo. Todos los descendientes de cualquier nacionalidad, nos debemos sentir afectados ante la ignominia de individuos irresponsables como este politico. De todos modos disculpas venidas de individuos como ese, no solamente no nos interesa, sino que no tienen esencia de corazón. A fin de cuentas. le guste o no, y de una forma u otra, está escupiendo a su propia ascendencia porque no creo que el Röhmer sea barloventeño. Saludos y gracias. Magda
ResponderEliminarPorque yo si puedo decir, con mucho orgullo, que mi papá no le quitó un medio a nadie, ayudó a muchos y lo poco que tuvo, lo tuvo a fuerza de trabajo. Y también puedo decir con conocimiento de causa, que al día de hoy, muchas personas en Calabozo, Edo. Guárico, recuerdan a mi papá con afecto, cosa que me enorgullece porque es el mejor aval de la conducta de mi papá.
ResponderEliminar¿Será que Salas Röhmer podrá decir lo mismo en Carabobo? Sabrá él... y sus hijos.
Magda Mascioli García